Zona Cero || Un Congreso que escucha, decide y fortalece la democracia

Roberto Santos // Este lunes concluyeron las comparecencias de las y los aspirantes a presidir la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG) ante la Junta de Coordinación Política del Congreso local, presidida por la diputada Jesús Urióstegui García.

Un proceso que se convirtió en un ejercicio ejemplar de apertura, diálogo y compromiso con la rendición de cuentas.

Es justo destacar la labor del diputado Urióstegui, quien ha sido una figura clave para garantizar que este procedimiento se desarrolle bajo los principios de transparencia, legalidad y participación democrática.

Su liderazgo ha sido decisivo para asegurar que el Congreso del Estado actúe con independencia y responsabilidad en la toma de decisiones trascendentales.

Durante varios días, 17 personas con perfiles diversos fueron escuchadas en comparecencias públicas, abiertas y plurales.

Este hecho, pocas veces visto con tal nivel de visibilidad en procesos legislativos, marca una pauta en materia de transparencia institucional.

Las y los aspirantes expusieron sus propuestas, trayectorias y convicciones frente a una Junta de Coordinación Política que supo escuchar, evaluar y ponderar con criterios técnicos y profesionales.

Se privilegió la experiencia, la formación en derechos humanos y el activismo social, dejando claro que se busca fortalecer la CDHEG con una dirección que tenga autoridad moral, capacidad técnica y compromiso ético.

Vivimos en un estado donde la legitimidad de las instituciones es frecuentemente cuestionada, por lo que este tipo de procesos devuelve la confianza ciudadana en los órganos representativos.

Cabe resaltar también la firmeza con la que el Congreso del Estado ejerció su facultad exclusiva para escuchar y en su momento realizar el nombramiento, reafirmando la división de poderes, dignificando el papel del Legislativo como contrapeso indispensable en una democracia funcional.

Otro de los grandes aciertos de este proceso fue el trabajo conjunto entre todas las fracciones parlamentarias, quienes participaron activamente y antepusieron el interés colectivo sobre las diferencias partidistas.

Este clima de diálogo y construcción de consensos es una muestra alentadora de una política madura, posible incluso en tiempos marcados por la polarización.

La renovación de la CDHEG es una oportunidad histórica para garantizar que los derechos humanos en Guerrero no sólo se proclamen, sino que se vivan plenamente.

El Congreso está cumpliendo con responsabilidad su papel de garante institucional, y esta elección bien puede marcar un antes y un después en la legitimidad y operatividad de este organismo fundamental.

El mensaje es claro: cuando se respeta la ley, se escucha a la sociedad y se actúa con ética, el poder público puede ser verdaderamente transformador.