A consecuencia de la fiebre electoral anticipada al proceso de la elección del 2027, en los partidos políticos de Guerrero se corre el riesgo de rupturas por inconformidad al tiempo de seleccionar o elegir candidaturas a cargos de elección popular.
Y por lo mismo no se puede descartar, incluso ocultar que la ambición y el propio oportunismo será el centro de las diferencias y el desencuentro a falta de coincidencias para elegir verdaderos candidatos de unidad rumbo al 2027.
Otro factor en común de la vieja práctica será el famoso dedazo desde las cúpulas partidistas que velarán por el beneficio particular entre la avaricia y la rivalidad, dejando a un lado, el interés democrático a cambio de la sobrevivencia política.
La mejor evidencia de lo anterior está a la vista por la sucesión gubernamental al igual que en otras aspiraciones alcaldías y diputaciones, de lo que viene generando una división de pronóstico anunciada al interior y exterior de los partidos.
Muestra de ello, es la ambición y la sobrevivencia en varías aspiraciones que no han aceptado y entendido, lo que representa el relevo generacional en este tramo de oportunidad a otros y no los mismos que una vez levantan la mano.
Los actos de oportunismo no dejarán de ser el curso de la vieja política, de lo que actualmente en general es la misma escuela, bajo la enseñanza en la mezquindad desde las cúpulas en el dedazo y el interés personal de sus propios dirigentes.
Por ello, el pronóstico anunciado en el 2027 en las diferencias y desencuentros, por no compartir el egoísmo de unos cuantos, lejos las formas en preservar la unidad en su militancia quienes en el presente son los que dan y quitan votos.
Aunque tal escenario solo es una fiebre anticipada, toda vez que aún no hay apertura de manera oficial desde los órganos electorales, lo que se considera como la misma vieja práctica del pasado en la ambición, oportunismo y rivalidad.