Zona Cero || Reconoce Harfuch acciones de la gobernadora en materia de Seguridad

Roberto Santos // Acapulco vivió ayer otra jornada marcada por la vi0lenci@ que, lejos de ser un hecho aislado, se ha vuelto parte del paisaje cotidiano en uno de los destinos turísticos más emblemáticos del país.

Esta vez, civiles arm@d0s emboscaron a agentes de la Unidad de Inteligencia de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), en plena zona urbana.

Los agentes repelieron la agresión y el resultado del enfr3nt4mient0 fue tres agentes heridos, un agresor lesionado y detenido, y otro agresor abatido.

Posteriormente detuvieron a seis individuos más en el estado de Morelos, entre ellos al presunto autor intelectual 4tent4d0.

La respuesta de las autoridades fue rápida y contundente. Elementos del Ejército, la Guardia Nacional y la policía estatal llegaron en minutos para controlar la situación.

Y en un hecho que vale la pena destacar, el titular de la SSPC, Omar García Harfuch, reconoció públicamente el respaldo de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, destacando la coordinación efectiva entre los tres niveles de gobierno que permitió actuar con eficacia ante la emergencia.

“Reconozco el apoyo solidario de la gobernadora Evelyn Salgado y del personal de Salud Guerrero, quienes brindaron atención médica oportuna a nuestros compañeros”, expresó Harfuch.

Además, subrayó que gracias a la coordinación institucional se ha logrado reducir los homicidios dolosos en Guerrero durante tres meses consecutivos, siendo septiembre el mes con menos homicidios en 15 años.

Pero mientras las instituciones federales y estatales muestran capacidad de reacción, hay un actor político que sigue brillando por su ausencia: la presidenta municipal de Acapulco, Abelina López Rodríguez.

Otra vez, en medio del caos, el silencio de la alcaldesa resulta preocupante. ¿Dónde está la autoridad municipal cuando más se la necesita? ¿Dónde está la voz política que debería salir a exigir justicia, a hablar con los ciudadanos, a recorrer las calles y a mostrar empatía con los afectados?

La v!0l3nci4 en Acapulco refleja una crisis de liderazgo y está claro que no se puede construir paz desde la indiferencia. El crimen organizado actúa con audacia y poder de fuego, mientras la autoridad municipal parece replegada, muda, ausente.

Y no se trata de protagonismo político. Se trata de asumir una responsabilidad constitucional y moral.

La alcaldesa tiene el deber de estar presente, de liderar, de encabezar una estrategia que complemente los esfuerzos estatales y federales desde lo local. Hasta el momento no lo ha hecho.