
En las elecciones federales del año pasado, la mayoría de los partidos políticos tuvieron desbandadas, disminuyeron su votación y solamente uno perdió su registro –el Partido de la Revolución Democrática (PRD) – al no alcanzar el 3 por ciento de la votación requerida para mantener su registro ante el Instituto Nacional Electoral (INE).
Su alianza con el PAN y el PRI les afectó seriamente. Gran parte de sus bases se fueron a Morena. Sin embargo, en estados como Guerrero, Michoacán, Tabasco, Morelos, Oaxaca, Aguascalientes, Baja California Sur, Sonora, San Luis Potosí, Zacatecas, Tlaxcala, Ciudad de México y el Estado de México logró los votos suficientes para conservar su registro como instituto político estatal.
En Guerrero, por ejemplo, el PRD ganó y retuvo algunas presidencias municipales. Y en el Congreso local tiene actualmente cuatro diputados: Erika Isabel Guillén Román, Mirna Guadalupe Coria Medina, Robell Urióstegui Patiño y Jorge Iván Ortega Jiménez.
Además de su alianza con la derecha en 2024, al Sol Azteca de Guerrero también le afectó la traición de la expresión Izquierda Progresista de Guerrero (IPG), que a través del ex gobernador Ángel Aguirre Rivero apoyó a los candidatos del oficialismo.
Los liderazgos que se quedaron en el PRD se reunieron para analizar fríamente los resultados electorales y definir una ruta clara.
Meses después y a pesar de los serios problemas financieros que enfrentaba, el PRD empezó a caminar de nuevo, pero ya sin los aguirristas en la dirigencia estatal. De hecho, el que fungía como dirigente estatal durante el proceso electoral de ese año, se vio obligado a renunciar antes al cargo porque la mayoría de los integrantes del Consejo Estatal de ese partido ya habían acordado desconocerlo en una asamblea.
Los aguirristas fueron ingratos con el partido que los cobijó después de su éxodo del PRI en 2010. Tuvieron todo y pagaron con traición. Ahora buscan desesperadamente infiltrarse en Morena para obtener candidaturas en 2027 y no estar fuera del presupuesto.
No cabe duda que son unos ambiciosos vulgares. Dan pena ajena.
Lo importante es que el PRD se está reconstruyendo y avanzando para dar la pelea en 2027.
El pasado 13 de febrero, el ex diputado federal y ex presidente municipal de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, fue nombrado presidente de la Dirección Estatal Ejecutiva del PRD en Guerrero.
A través de redes sociales, Evodio Velázquez anunció su designación y expresó su compromiso con el partido. “Mi corazón es amarillo y creo firmemente que es el momento para reivindicar nuestra lucha en la izquierda. Hoy será el camino de esta nueva etapa. Gracias a quienes me han dado su confianza. Jamás los voy a defraudar”.
Lo cierto es que el ex alcalde acapulqueño asumió formalmente la dirigencia del Sol Azteca el 16 de marzo ante invitados especiales y cientos de militantes de ese instituto político que se dieron cita en el salón “Cuicalli”, en Chilpancingo.
Durante su mensaje, el también ex candidato a la gubernatura en 2021 convocó a una gran alianza electoral de las izquierdas rumbo a las próximas contiendas políticas en el país, descartando tajantemente cualquier coalición con la derecha.
“No podemos equivocarnos en este resurgimiento, en este nuevo amanecer, en esta nueva oportunidad que debemos de ganar a pulso con el pueblo de Guerrero”, advirtió.
A la militancia de su partido les pidió volver a creer y darse una nueva oportunidad, reconociendo sus errores, pero también su aporte a la democracia en México.
El PRD logró el 10 por ciento de la preferencia electoral en 2024 en Guerrero, y cuenta con un padrón de más de 200 mil afiliados. O sea, no está muerto políticamente. Puede dar la batalla en las próximas elecciones.
En los últimos seis meses, la dirigencia estatal del PRD ha estado recorriendo las ocho regiones de la entidad. Se nota a leguas que es un instituto político propositivo y más cercano a la gente.
Evodio Velázquez se ha caracterizado como un actor político echado siempre para adelante, que habla fuerte cuando es necesario y, sobre todo, es alguien que sabe escuchar y construir alianzas.
En las conferencias de prensa que ha dado en Chilpancingo y en Acapulco, ha reiterado su llamado a la unidad de las izquierdas y cero alianzas con el PRI y el PAN. Y eso le ha funcionado, pues algunos militantes que en su momento se fueron a Morena, están regresando.
Este lunes y ante la plana mayor de su partido, presentó el informe de actividades correspondiente a los primeros 180 días de trabajo, destacando la reorganización del partido, el regreso al territorio y el reencuentro con la militancia.
El evento se llevó en el puerto de Acapulco, en donde dio a conocer que se integraron más de 12 mil brigadistas, se recorrieron las ocho regiones del estado y se superó la cifra de un millón de interacciones en redes sociales, como parte del proyecto “Nuevo Comienzo” del perredismo guerrerense.
Refirió que el PRD “volvió a las calles, a las plazas públicas y a escuchar a la gente”, reafirmando de esa manera su papel como defensor de las causas sociales.
Asimismo, informó que se fortaleció la formación política, se impulsó el liderazgo femenino con la participación de más de 500 mujeres en talleres de empoderamiento y capacitación, y se renovaron órganos directivos en municipios clave como Acapulco, Chilpancingo, Iguala y Taxco.
Hay que decirlo claro: el PRD contribuyó mucho en el avance democrático en Guerrero. Sus dirigentes y fundadores fueron reprimidos, desaparecidos y asesinados a principios de 1990. No reconocer su aporte en ese tema, es tener desmemoria histórica.
Qué bueno que en Guerrero se esté reconstruyendo para participar en el próximo proceso electoral. Y ojalá postule a buenos candidatos en todos los municipios y en los 28 distritos locales.