Carlos Díaz Figueroa // Angel Aguirre un político vigente con pleno conocimiento de la psicología de los cambios de la gobernabilidad.
El ex gobernador Angel Aguirre Rivero ha dado muestra del análisis y la reflexión de una forma constructiva a traves de los cambios vigentes, lejos que el tema de Ayotzinapa lo alcance.
Lo anterior, en reacción a un artículo recientemente publicado en un medio nacional ante los excesos inexplicables y radicales que se registraron en la caseta de cobro de Palo Blanco de la Autopista del Sol.
Citó que con el pretexto de ejercer estos derechos, se cometen robos a las empresas, secuestran camiones, bloquean las vías locales y federales, se incendian edificios públicos sin que la autoridad actúe”.
En la reciente colaboración del 5 de febrero de ete año incómodo al lector con algunos datos que mencionó, en referencia, a los 12 a 14 millones de pesos mensuales de que se recaudan en la Autopista del Sol”
No obstante, Angel Aguirre no precisa quién es la que recaba esta cifra, ni en cuantas casetas de peaje, aunque también fue interesante al cuestionar el destino de esos recursos sin que cite el monto.
En respuesta, no considera correcto que al amparo del movimiento de los 43 estudiantes de Ayotzinapa encapuchados se dedican a cobrar un día y otro tambien, lo que origina un exceso en actos de abuso.
De tal manera, que el ex gobernador de Guerrero acentúa en su artículo la decisión de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda de “no permitir la toma de casetas y resguardar de manera permanente sus instalaciones”.
En otros comentarios, reveló que “la violencia se desbordó cuando los normalistas llegaron armados de petardos, palos y piedras, aventaron un tráiler a una caseta , lo que pudo ocasionar una tragedia
También en el contenido del artículo fue interesante la consideración y sugerencia que se lleve a cabo una minuciosa evaluación académica de estos jóvenes que se preparan para ser maestros normalistas
Angel Aguirre con un perfil de tiempo completo ha dado ejemplo a través de la experiencia una formación política que los cambios vigentes deben radicar no solamente en el presente, sino, mirando al futuro.
En conclusión, coincide con las buenas políticas que se practican para determinar y establecer el orden público, considerando que debe prevalecer la cordura de la autoridad pero no seguir permitiendo excesos de abuso con los derechos y la tranquilidad de los guerrerenses.