En base a lo informado hace un par de días por las autoridades estatales y municipales, finalmente será hoy cuando se defina si Chilpancingo festejará el Bicentenario de la Feria de San Mateo, Navidad y Año Nuevo, aunque de entrada recién trascendió que varios grupos culturales, barrios y danzantes ya anunciaron su determinación de no participar en esta festividad. Triste, y lo digo como chilpancingueño, como tlacololero, como avispón que soy —aunque sea por adopción y decisión—.
En este sentido, la pregunta que revolotea en mi cabeza de “burro calabacero” —como diría mi adorable tía Chema— es ¿en qué papel quedará principalmente el gobierno federal si realmente se suspende esta tradicional festividad?
Lo digo porque precisamente hace unos días terminó la Feria Ganadera Sinaloa 2025, que de acuerdo al gobernador de esa entidad, Rubén Rocha Moya, durante los días que duró la festividad fue visitada por 125 mil visitantes, además de que destacó el “saldo blanco”. Y es Sinaloa.
En lo que corresponde a la Feria de San Mateo, Navidad y Año Nuevo, que este año celebraría su bicentenario, en una guerra de boletines entre la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz y el Ayuntamiento de Chilpancingo, las autoridades del mencionado organismo en que participan los mandos de las principales fuerzas que deben dar orden, se empeñan, un día y el otro también, en responsabilizar a la autoridad municipal en caso de que no se realicen tales festejos.
Falso de toda falsedad, el Ayuntamiento de Chilpancingo, que preside el Doctor Gustavo Alarcón Herrera ha estado ocupado y preocupado por esta situación.
Hay que recordar que ya tiene aproximadamente una semana que el alcalde está a la espera de una respuesta por parte de don Omar García Harfuch, aunque tal parece que el hijo de uno de mis amores platónicos, la respetable señora María Sorté, no ha tenido tiempo de atender el caso Chilpancingo.
En este sentido, independientemente de la decisión que hoy vayan a tomar, será necesario que cuando anuncien su determinación, en la mesa estén los representantes de los tres niveles de gobierno, ni uno menos. Aun más, que hagan el anuncio ante los representantes de los medios de comunicación.
Además, si la Feria de San Mateo, Navidad y Año Nuevo sí se lleva a cabo, será necesaria la participación activa y decidida de los tres niveles de gobierno, pero si se determina lo contrario, no se valdrá echar culpas o que algún orden de gobierno se excluya. Lo tres tienen que asumir su responsabilidad, no obstante, repito, remarco y enfatizo: ¿en qué papel quedará el gobierno federal si esto es así?
Además, algo que finalmente quiero destacar es que sí es cierto: en el chilpancingueño hay incertidumbre y hasta tristeza y miedo por la situación de violencia galopante que impera en la capital del estado, sin embargo… sí quiere su Feria.