En un hecho crucial y de pronóstico anunciado solo esperan las formas y los tiempos de la determinación en morena sobre la candidatura por la alcaldía porteña, de la que todo parece que el indicador viable es Ricardo Salinas Méndez.
Mientras que otros aspirantes a la sucesión del ayuntamiento de Acapulco se confrontan entre la ambición y la rivalidad, el oficial mayor del gobierno estatal ha sido un enlace para salir al rescate a variadas demandas de los acalulqueños.
“Nunca es tarde” fue la opinión y el optimismo de habitantes de colonias en referencia a la constante presencia en recorridos del funcionario del gobierno de Guerrero quien viene abanderando de frente a la solución del rezago en el municipio.
Aún cuando a quienes lanzan campañas directas de desprestigio en solo argumentos en redes sociales, Ricardo Salinas hace lo propio de forma institucional, respetando los tiempos y lejos de ceder en cuestiones adelantadas rumbo al 2027.
El funcionario de la secretaria de finanzas del gobierno estatal ha dado muestra de oficio en el servicio público, lo que tiene un fondo propio en su momento en aspirar y lograr el objetivo electoral al igual que otros que se mueven aunque muy lentos.
Y algo que le favorece a Ricardo Salinas es la constancia a la apertura del diálogo reflejada en la práctica de una política sensible de frente a las causas más sentidas de los ciudadanos de Acapulco, más allá del oportunismo.
Desde el interior y exterior de morena consideran al oficial mayor como la carta fuerte y viable para convertirse en el próximo alcalde porteño, sin el mínimo precedente en lograr de entrada la aspiración y posterior la candidatura electa.
No se puede descartar que Salinas Méndez fue de los funcionarios estatales que se involucraron desde el primer momento en atender a miles de damnificados encabezando la emergencia del huracán Otis registrado en Acapulco.
Esas y otras razones, el oficial mayor de forma sensible y perseverante se ha integrado en acciones de la agenda estatal, logrando a través del carisma político escuchar y atender de manera puntual los pendientes de aquel destino turístico.