
El que no conoce el pasado menos aceptará y entenderá el presente escenario de la inseguridad en Guerrero, principalmente en el municipio de Acapulco, que a través de variadas encuestas lo consideran como el más violento de la historia.
A casi cuatro años del gobierno municipal que conduce a medias, la alcaldesa Abelina López Rodríguez ha constatado el alto índice de impacto entre el crímen y la violencia delictiva, sin que haya una estrategia de combate contra la inseguridad.
Encuestas y sondeos referentes a la inseguridad han colocado tal fenómeno muy por arriba de la corrupción, marginación y pobreza a lo ancho y largo del estado, lo cual es evidente que los carteles están por encima de la autoridad y la ley.
En Acapulco al igual que otros municipios y gobiernos estatales del país, la situación delictiva es compleja, producto desde la federación por no ampliar políticas de estrategia y operación en apoyo directo a las autoridades locales.
No obstante, a la falta de atención por parte del Gobierno de México, Abelina no le alcanza mantener cierta gobernabilidad, por lo que, evidentemente la estrategia de seguridad esta por debajo con la expectativa de combate.
“Gobernar Acapulco requiere de constancia, inteligencia y perseverancia”, fue opinión encontrada en coincidencia directa a la alcaldesa porteña que carece de oficio político y de servicio público en estos casi 4 años de inestabilidad.
De verguenza es lo vulnerable la forma del gobierno que conduce Abelina López Rodríguez quien argumenta y se justifica como víctima y convertida en victimaria ante el escenario del crímen y violencia de todos los días en Acapulco.
Ausente desde el escritorio y sobre el terreno de los hechos a cambio de hacer política de imagen en otros municipios aprovechando de festividades, mientras Acapulco está entre el fuego y la sangre, sin que haya autoridad en detener la ola delictiva
Variadas interrogantes de malestar es lo que se escucha en los diversos espacios de convivencia, la más común la inseguridad, servicios públicos y la corrupción al interior y exterior de un gobierno que privilegia a los amigos y la propia familia.
Abelina López es una autoridad que no privilegia los preceptos de la ley, de lo que carece para gobernar Acapulco, por arriba y encima de los deseos políticos personales, por lo que es un municipio fallido ante el crimen y la violencia.