Zona Cero || El esfuerzo de la Secretaria de Salud para atender cáncer en Guerrero

Roberto Santos // México es un país donde la cultura de la prevención sigue siendo una asignatura pendiente, y donde el cáncer de mama continúa cobrando vidas que, en muchos casos, pudieron haberse salvado con un diagnóstico a tiempo.

Guerrero no es la excepción, y ante esta realidad, la Secretaría de Salud del estado, bajo el liderazgo de Alondra García Carbajal, ha intensificado su lucha no solo contra la enfermedad, sino contra la desinformación, la indiferencia y los hábitos que perpetúan el silencio.

Durante los primeros nueve meses de este año, la SSG ha registrado 48 casos positivos de cáncer de mama.

Sin embargo, lo alarmante no es la cifra en sí, sino el contraste con las 80 defunciones acumuladas en lo que va del 2025.

Esta diferencia deja al descubierto una verdad cruda: muchas mujeres no están accediendo a pruebas básicas como la mastografía, lo que impide detectar el cáncer en etapas tempranas.

García Carbajal ha sido clara al respecto: la mayoría de las pacientes llegan cuando la enfermedad ya está avanzada, cuando los tratamientos son más agresivos y las probabilidades de éxito disminuyen drásticamente.

En sus palabras, se trata de un problema de cultura, de hábitos arraigados que llevan a la gente a acudir al médico solo cuando el cuerpo grita lo que antes susurraba.

Frente a este panorama, la Secretaría de Salud ha lanzado una ofensiva decidida durante el mes de octubre, en el marco del Mes de la Sensibilización sobre el Cáncer de Mama. Con actividades como el “Tocatón”, talleres de autoexploración, jornadas de mastografías y Papanicolau gratuitos, y una intensa campaña informativa en redes sociales, se busca romper las barreras del miedo y el desconocimiento.

La titular de Salud ha reiterado que el estado cuenta con tratamientos disponibles para quienes resulten diagnosticadas con algún tipo de cáncer.

Sin embargo, también ha insistido en la necesidad de reducir los tiempos entre la detección y el tratamiento.

La detección oportuna no solo salva vidas, también reduce la carga emocional, física y económica para las pacientes y sus familias.

García Carbajal ha sido enfática: toda mujer a partir de los 40 años debe realizarse su mastografía, incluso si no presenta síntomas. Porque el cáncer, como muchas otras enfermedades silenciosas, no siempre da aviso. Y cuando lo hace, puede ser demasiado tarde.

Este esfuerzo institucional, aunque loable, necesita de un componente que ninguna política pública puede imponer: la voluntad individual de asumir la salud como un compromiso personal.

La prevención no es solo responsabilidad del sistema, sino también de cada una de las personas que tienen la posibilidad de actuar a tiempo.

La lucha contra el cáncer de mama en Guerrero no es solo médica, también es social.

Y mientras la Secretaría de Salud hace su parte, el reto es que cada mujer, cada familia y cada comunidad también hagan la suya.