
En esta etapa de cambios en Guerrero se deben separar los intereses particulares al igual que el desgaste político en aquellos que aún por su propia ostinacion no entienden y aceptan, los tiempos de transformación y reinvidicacion.
Lo anterior en base a seguir construyendo el entorno opcional de cambio pero dejando a un lado el egoísmo y edificando la política innovadora, de la que no implique el deterioro de un movimiento que se fundó y se logró a largo plazo.
Para, Jacinto González Verona en “política, nada pesa más que el tiempo. A unos les sirve; a otros, los desgasta”, por ello, se requiere que Morena haya ciertas formas de reinvidicacion para no regresar aquel pasado de incertidumbre.
El dirigente estatal de morena opta porque en los legados de la transformación se refleje la madurez, con el sentido firme de pertenencia, sin caer en conductas sin juicio o cordura en estos tiempos que exigen una política de mayor honradez.
“No es ocurrente que el nombre de Jacinto aparezca en las quinielas electorales del 2027” coincidieron en opiniones por separado, toda vez que es uno de los pocos perfiles que puede reivindicar esa raíz de frente a la militancia.
Más allá de la aspiración propia en el dirigente, lo que se busca es el reclamo a volver a la esencia de la Cuarta Transformación, es decir el cambio en la oportunidad a las nuevas generaciones y no regresar a la mezquinda del pasado.
Muestra de ello, su gestión no ha estado marcada por escándalos, sino por orden administrativa, finanzas claras y un logro simbólico: la primera sede propia de Morena. Algo que otros, con más tiempo y más poder, no consiguieron.
En respuesta, y, desde la óptica de la militancia y seguidores morenistas, no depende sólo del dirigente, sino en el puente de coincidencias a la continuidad o relevo generacional para avanzar en la democracia del cambio que merece Guerrero.