Aunque López Obrador no ha salido ni una sola ocasión del país ya sea por cuestiones de salud, porque sabe de sus limitaciones ante los líderes mundiales o porque no le da la gana, ello no le ha impedido ser el hazmerreír de la prensa extranjera (tampoco de la nacional, si he de ser sincera), porque tendrá a sus paleros, pero son más sus críticos.
The New York Times, The Washington Post, la BBC y Daily Mail son sólo algunos de los medios impresos que han publicado a todo color y con todas sus letras la humillación y fracaso del gobierno lopezobradorista por la liberación de Ovidio Guzmán, que dicho sea de paso tiene más versiones que el cuadro de Edvard Munch titulado El Grito.
Las reacciones de medios y periodistas internacionales hacen hincapié en el peligroso precedente que se establece en México y la inexistente y cero articuladas estrategias de seguridad de López Obrador para combatir el crimen organizado en un país azotado por la violencia.
La falta de seguridad que enfrenta nuestro país ha rebasado fronteras y ello ha acarreado muchísimos problemas que se han traducido en alertas a los turistas pero sobre todo en que México no sea un territorio atractivo para la inversión; sin embargo, el hecho de que se tenga un gobierno que la fomenta y la solapa lo convierten en la comidilla a nivel internacional.
Y claro esperar que López Obrador lo reconozca es mucho pedirle porque el liberar a uno de los traficantes más buscados en México, acusado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, lo único que demuestra es la impresionante debilidad del gobierno mexicano y cuán arraigado está el principal cártel de la droga en el país.
Aunado a ello, la nula voluntad de la actual administración por enfrentar al crimen organizado y el mensaje que se envía es que los principales líderes de los cárteles pueden evadir la justicia porque son ellos los que ostentan el poder.
Por lo tanto, la incapacidad de López Obrador ha rebasado fronteras.
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