Enfoque || Se fuga de Guerrero la fiscal, huyendo de la realidad

 

Carlos Díaz Figueroa

Entre la ingratitud, la cobardía y el miedo, la Fiscal General del Estado, Sandra Luz Valdovinos se fuga de la realidad y por la puerta más fácil, por inoperante ante los múltiples actos de crimen y violencia en Guerrero.

De vergüenza e incapaz es calificada al interior de la fiscalía estatal quien no dio resultados en las expectativas en combatir la inseguridad, por lo que salió huyendo de tal representación de justicia desde hace semanas.

Y efectivamente, la cobardia y lo inoperante fue por lo que emigró de manera clandestina, según, dejando encargado a un subordinado en la fiscalia, sin hacerlo oficial por dignidad a su encomienda.

Se sabe extraoficialmente que Sandra Luz Valdovinos, ante el temor y por seguridad a su integridad, salió por la lateral, dejando una inseguridad con graves excesos con la operación de los carteles en Guerrero.

Algo que es del dominio público es precisamente que la fiscal de origen militar no dio el kilo en disminuir la situación de incertidumbre delictiva a lo ancho y largo del estado, por su falta de capacidad en las estrategias de preparación de justicia.

Todo lo contrario, desde que ella llegó a Guerrero hasta el momento, el crimen y la violencia continua en aumento en los primeros lugares en el ámbito nacional, bajo su inútil forma de combatir el fenómeno de cara a la delincuencia organizada.

Se llenó de soberbia por encima de la investidura de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, es decir, fue mas grande el orgullo egocéntrico por un perfil militar, carente de sentido, de gratitud y lealtad de pertenencia.

Le falló todo, prueba de ello, que Guerrero vive un momento grave de indecisión política en materia de procuración de justicia, por no contar con una fiscalía representativa que disminuya y combate el crimen organizado.

Se equivocó el gobierno federal en recomendar y colocar a una mujer con falta de criterio y a la vez con un carácter de bajo perfil inoperante para darle dirección a las estrategias de operación de cara a la inseguridad.

El tamaño del ego y la soberbia la obligó fugarse de los hechos y por la puerta más fácil, que es la cobardía y el miedo por no lograr erradicar y menos en disminuir el fenómeno delictivo que se presenta en la entidad.