Cada fin de año se celebra la fiesta más esperada y representativa de Chilpancingo: la Feria de San Mateo, Navidad y Año Nuevo.
A través del decreto número 40 del 26 de marzo de 1825 y a iniciativa de don Nicolás Bravo, el gobierno del Estado de México –entidad a la que en ese entonces formaba parte Chilpancingo–, concedió realizar una feria anual en el mes de diciembre, con duración de ocho días, quedando exentos de pagos de derechos a tratantes y comerciantes.
En el libro “La Feria de Chilpancingo en las ilustraciones de Francisco Antonio Alarcón Tapia” (México, Universidad Autónoma de Guerrero, H. Ayuntamiento de Chilpancingo de los Bravo, El Colegio de Guerrero, 2013), Antonio Cervantes Núñez y David Cienfuegos Salgado señalan que la petición de don Nicolás Bravo tenía como finalidad que este pueblo suriano se recuperara de las pérdidas que había sufrido durante la guerra de Independencia.
“La petición se fundaba en el recordatorio de su grandeza, en aquel 1813, cuando alojó a los grandes insurgentes, siendo nombrada la primera capital nacional, honor poco compartido por otras ciudades”.
Los autores de la obra recuerdan también que en la novela “Bajo el Fuego”, María Luisa Ocampo dice que esta fiesta se realizaba en septiembre, el día de San Mateo.
“A la orilla del río Huacapa se improvisaban dos altares. La sombra de los árboles mitigaba un poco el calor del sol abrasador del mediodía, cuando se tenía suerte y no llovía. El agua de limón con chía, calmaba un poco la sed, mientras que el mezcal alborozaba a otros. A lo lejos se empezaban a escuchar los cohetones que era el aviso de que se acercaba el contingente que bajaba de la capilla de San Mateo con la imagen del santo patrono. Del lado poniente, también venían ya los vecinos de Amojileca con su respectivo San Mateo, envuelto en aroma de copal y flores multicolores”.
La Feria de Chilpancingo siempre es esperada, ya que sus habitantes encuentran en ella un espacio de convivencia y acercamiento cultural.
Doña María Luisa Ocampo refiere también que “a la sombra de los tendidos, se adoraba a ambas imágenes e iniciaba la procesión hasta la parroquia de la Asunción, con danzas, cohetones y música, donde se rendía culto al Santísimo, para terminar en la capilla del Barrio de San Mateo, donde la celebración duraba una semana.
Pero, ¿qué creen, mis amables lectores?
Con la llegada de Benito Juárez a la Presidencia de la República, las procesiones pararon. Fue hasta 1910 cuando se retoman las procesiones.
Esa procesión religiosa después se le denominó “Paseo del Pendón”, que es el que anuncia el inicio de la Feria de San Mateo, Navidad y Año Nuevo.
El Paseo del Pendón es un evento folclórico único en su género que se lleva a cabo en Chilpancingo en el mes de diciembre durante el domingo previo a la Navidad. Con el desfile de danzas provenientes de las diferentes regiones de la entidad se inaugura la clásica Feria de Navidad y Año Nuevo.
Como cada año, los gobernadores y el presidente municipal de Chilpancingo en turno encabezan el Paseo del Pendón, desde el Barrio de San Mateo hasta la plaza de toros “Belisario Arteaga”, donde se deleitan al igual que el público del Porrazo de Tigres.
A principios del mes de que corre se generó un intenso debate en las redes sociales. Hubo quienes sugirieron cancelar no sólo el Paseo del Pendón, sino la Feria, argumentando que no había condiciones de seguridad y para evitar hechos de sangre como los del año pasado.
Finalmente, hubo un acuerdo entre el gobierno del estado y el Ayuntamiento de Chilpancingo para la realización del Paseo del Pendón y la Feria, a pesar de que el gobierno federal no concluye la remodelación de las instalaciones de la Feria.
Este domingo se llevó a cabo el tradicional Paseo del Pendón con un fuerte dispositivo de seguridad. La gobernadora Evelyn Salgado Pineda y la autoridad municipal encabezaron dicho desfile por algunas calles y avenidas de la ciudad capital.
Más de 110 danzas y 5 mil asistentes se dieron cita a la fiesta más grande del estado de Guerrero en un ambiente familiar, seguro y sin incidentes.
Desde temprano, familias completas, niñas, niños, jóvenes y adultos mayores disfrutaron del paseo del contingente, sin que se hayan registrado alteraciones al orden público, consolidando de esa manera un Pendón tranquilo y completamente familiar.
Entrevistada durante el recorrido, la gobernadora Evelyn Salgado señaló:
“Estamos muy contentos, hay muchas familias. El pueblo de Chilpancingo salió a vivir esta hermosa tradición. Me da mucho gusto ver a las niñas y a los niños que conocen, desde muy pequeños, esta fiesta que nos da identidad. Estamos en perfecta coordinación con el presidente municipal de Chilpancingo”.
En materia de seguridad, la mandataria estatal destacó el operativo especial implementado por corporaciones federales, estatales y municipales, que permitió el desarrollo ordenado y seguro del Pendón.
“Tenemos un despliegue importante de fuerzas armadas, corporaciones civiles y una coordinación total entre los tres órdenes de gobierno, para que esta tradición continúe y para que la Feria de Chilpancingo sea todo un éxito”, afirmó.
En el Paseo del Pendón destacó también la presencia del diputado Jesús Urióstegui García, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del estado; de Javier Saldaña Almazán, rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro); de Ricardo Salinas Méndez, oficial mayor de la Secretaría de Finanzas y Administración del gobierno del estado, así como de otros integrantes del gabinete estatal y presidentes municipales de diferentes regiones del estado.
En síntesis, se garantizó la seguridad de todos los asistentes al Paseo del Pendón. Prevaleció la paz.
La gobernadora Evelyn Salgado Pineda le cumplió al pueblo de Chilpancingo. ¿Y saben por qué? Porque ella quiere mucho a esta ciudad en donde hace 212 años José María Morelos y Pavón proclamó los Sentimientos de la Nación.