Enfoque || En negocio se convirtió el PRI con propietario y administrador

 

Carlos Díaz Figueroa

Los dueños del PRI además de lograr fortunas millonarias, lucraron y discriminaron a cuadros vigentes y competitivos , bajo el control desafiante de su dirigente Alejandro Alito Moreno en complicidad de Añorve Baños.

Ambos en su calidad de propietario y de administrador, respectivamente, han logrado convertirse en millonarios priorizando como inversión en amistades y compadrazgo, excluyendo a la verdadera militancia.

Por esas y otras razones nunca contemplaron lo que ahora no pueden detener con quienes ya están en un proyecto en común, viable y de cambio con el movimiento naranja, en espera de la incorporación de otros seguidores.

Al respecto, podemos mencionar que no se equivocaron los que han renunciado al señalar que por varias décadas el PRI no cuido las formas y los tiempos y menos en renovar sus cuadros y liderazgos priístas.

Prueba de ello, que desde la cúpula lo único que lograron fue la división y la certeza de la sepultura ante el evidente abuso y agandalle privilegiando intereses de tipo familiar y personal, sin regresar a ver a los competitivos.

“Que vergüenza para el PRI lucrar y convertir en un negocio al partido en dos politiquillos que han actuado por encima del legado priista”, fue la inconformidad directa del priismo ofendido contra Alito y su empleado Añorve.

Los excesos de tales priístas son evidencias de lo que mucho se percibe desde la dirigencia nacional, que en el PRI tiene dueño y gerente en la compra y venta de conciencias con las recientes candidaturas al 2024.

Actualmente en el tricolor la ambición es prioridad, lo que no permite dejar caminar a las nuevas generaciones, y en reacción las renuncias y otros que migraron anteriormente por no haber presente y futuro.

De tal forma, que varios que aún están vigentes en el PRI están millonarios y que aún resisten en lucrar con los espacios en lo peculiar y en lo propio, mientras quienes renunciaron son calificados de ingratos.

Los presentes que renunciaron se imaginaron en su momento permanecer en el PRI, aunque derivado que nunca se logró una conversión en los liderazgos no se arrepiente haber renunciado a las filas del PRI en Guerrero.