En Guerrero están los vestigios más ancestrales del maíz domesticado

* A México el maíz transgénico entró en los 70’s…¿y a Guerrero?
* En la Montaña y parte de la Zona Norte aún hay maíces nativos

Baltazar Jiménez Rosales // A pesar de que a México el maíz transgénico ingresó en la década de los 70’s, a Guerrero no se tiene la certeza aún a qué grado ya entró, ya que mientras hay quienes dicen que sí, otros dicen lo contrario. En este sentido, en la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Ambientales de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) se lleva a cabo un estudio para conocer si los transgénicos ya contaminaron el maíz nativo.

La coordinadora general de Postgrado e Investigación de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Ambientales de la UAGro, Teolincacíhuatl Romero Rosales, quien además preside la Asociación Mujeres por la Soberanía Alimentaria (Musa), señala que es en Guerrero donde se han encontrado los vestigios más ancestrales de fitolitos, de maíces domesticados —en la cueva de Zihuatoxtla, en las inmediaciones del río Balsas, en la zona Norte del estado—, en tanto que en lo que se refiere a los maíces transgénicos, este problema comenzó con la introducción de los maíces híbridos.

Al respecto, a pesar de que aún no está determinado todavía a qué grado o nivel ya ingresó a Guerrero el maíz transgénico, algo que quiso destacar la investigadora universitaria es que, cuando menos en la región de la Montaña y en algunas partes de la zona Norte de la entidad, todavía hay maíces puros, pues sobre todo en las comunidades indígenas, “la gente ha resguardado sus semillas nativas, su identidad, su lengua, su idioma materno”, mientras que, por el contrario las dos costas estas “están muy afectadas”, al grado de que el maíz nativo, un maíz precoz, el maíz “conejo”, “se ha perdido”.

Al coincidir en el festejo de cumpleaños de un amigo en común con la Doctora en Ciencias en Fitopatología y, sobre todo, al saber que precisamente lleva a cabo una investigación sobre maíces transgénicos, este reportero tuvo que solicitarle hablar sobre este tema en una entrevista a la cual accedió amablemente y este es precisamente el resultado.

—Hay una controversia en cuanto a que el maíz transgénico ya prácticamente inundó el país, se le cuestionó para iniciar la entrevista que se desarrolla en la sala de la casa materna del festejado, el Doctor en Matemáticas Dante Covarrubias Melgar.

—Para empezar, antes de hablar de la problemática me gustaría hablar de la importancia de lo que es el cuidado y la conservación de nuestros maíces nativos, y más aún cuando los guerrerenses somos orgullosamente los portadores del estandarte de que aquí se han encontrado los vestigios más ancestrales de fitolitos, de maíces domesticados, justamente en la cueva de Zihuatoxtla, en la región Norte del Estado —entre Tepecoacuilco, Huitzuco, Santa Teresa, que se pelean el origen de esta cueva donde se han encontrado estos vestigios, en el Balsas—.

Romero Rosales destaca que con estos hallazgos se comprueba que Guerrero es el centro del origen de la domesticación de los maíces nativos en Mesoamérica y Guerrero ostenta esa particularidad y aunque hay dimes y diretes y justamente se pelea esa situación, pero México es el centro del origen de la domesticación del maíz, pero donde se han encontrado los vestigios más ancestrales es en Guerrero, en la Cueva de Zihuatoxtla, en la zona Norte del estado.

Y remarca: “los pueblos originarios justamente son los guardianes de esta semilla nativa, de la riqueza fitogenética del maíz.

Por lo anterior, menciona, “principalmente para Guerrero reviste especial importancia el hecho de que por muchos años llegaban a ofrecerle a los productores las bolsas de maíces híbridos para hacerlos dependientes de estas semillas que provenían de empresas transnacionales, ya que querían hacer a los productores, dependientes de esta semilla, ya que de los maíces híbridos ya no se puede producir la semilla, si bien pueden sembrarse y dar algunas plantas no logran los rendimientos que promete la siembra principal.

Por el contrario, enfatizó especialmente, “los maíces nativos aseguran la preservación del recurso que justamente originó el mejoramiento genético de los maíces y no nada más eso, sino que son maíces más sanos que no se pican, que saben muy rico, que tienen menos contenido de almidón que se vuelve azúcares, es decir, todo lo mejor está en los maíces nativos para asegurar la salud, la conservación de los recursos nativos, para asegurar la vida misma”.

—El primer problema fue entonces la introducción de los maíces híbridos, se le cuestiona mientras que en el fondo, en el traspatio de la casa del anfitrión se escucha una cumbia.

—Sí, pero ya había un empuje por los maíces transgénicos, principalmente el maíz BT (Bacillus thuringiensis), que es el que tiene genes de una bacteria para evitar el principal patógeno, la principal plaga que afecta al maíz, que es el gusano cogollero; este maíz BT tiene genes de una bacteria que cuando los gusanos comen el cogollo, caen muertos por comer esta toxina que viene intrínseca en la genética de la planta, del maíz BT; entonces este impulso de la entrada de maíces transgénico, algodones transgénicos y otras semillas, sí aseguraban mayor rendimiento, menos uso de plaguicidas y otros beneficios, pero afectaban la salud de los organismos vivos como son los polinizadores, lepidópteros, y también existen algunas evidencias científicas de daños a la salud humana; de esto hay muchos reportes en los que justamente en todas estas pláticas que se han dado por la demanda del uso de transgénicos, necesitan más evidencia científica y es ahí donde tambalea el empuje que se está haciendo para prohibir el uso de maíces transgénicos. Afortunadamente se han ganado, ya salieron decretos, se han hecho reformas y ahorita se supone que se ganó esta batalla de prohibir la entrada de los maíces transgénicos, sin embargo todavía sigue habiendo en México semillas de transgénicos.

—Pero esta medida del gobierno federal es hasta contradictoria, porque el propio Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos de América y Canada lo establece, es uno de los acuerdos, es decir, el que México debe permitir el ingreso del maíz transgénico proveniente de EUA, se le inquiere.

—Así es, se supone que solamente de manera alimenticia, no como semilla, pero obviamente sabemos que siempre hay situaciones que hacen que entren cosas que ya están prohibidas…

—Desde cuando comenzó a entrar a México el maíz transgénico, se le cuestiona para precisar el dato.

—El maíz transgénico comenzó a entrar en los 70’s, incluso en los 60’s ya estaba el caso del algodón transgénico, ya había campos enteros cubiertos de algodón transgénico, que fue uno de los cultivos con los que se empezó, también para evitar el daño por el gusano barrenador, pero entraron muchos cultivos con esto y, bueno, para el caso de cereales de muchas empresas que vienen en cajas y que no sabemos el origen específico de las hojuelas de maíz, que muchos de ellos son transgénicos y lo que son maíces en polvo para tortilladoras o para venderlos para hacer tortillas de estas harinas de maíz, entonces muchos productos de maíz ya vienen con la producción directa de los transgénicos.

Al respecto, Teolinka Romero Rosales apuntó: “lo que tratamos de evitar, y justamente tengo una tesista en la Facultad de Ciencias Agropecuarias, que va a estudiar los residuos transgénicos, la contaminación por transgénicos en maíces nativos; ella ya recuperó maíces nativos, los sembró, está caracterizándolos y ahora parte de su investigación es analizarlos en Laboratorio para ver si tienen flujo de transgenes, ¿qué quiere decir flujo de transgenes? que tienen genes de transgénicos dentro de los maíces nativos, lo cual querría decir que están contaminados.

—¿En Guerrero entonces ya hay maíz transgénico?

—Estamos haciendo el estudio, la investigación…

—Porque hay una controversia en ese sentido, unos afirman que sí, que ya llegaron los maíces transgénicos a Guerrero y otros que dicen que no…

—Es que no tenemos la seguridad, porque han pasado tantos años de que entraron los maíces transgénicos, que no sabemos sus orígenes, es decir, a dónde llegó. Nosotros sabemos que el maíz se poliniza de manera cruzada, por lo que si se colaron algunas semillas y se sembraron algunas parcelas y se lograron polinizar maíces criollos, maíces nativos, quiere decir que se contaminaron y eso es lo que mi tesista específicamente va a analizar de algunos maíces nativos, y se va a estudiar la posibilidad del flujo de transgenes por algunos maíces transgénicos. Este hallazgo puede ser muy importante, identificar que, efectivamente, el flujo llegó hasta nuestros maíces nativos.

—¿Cuando ya se tendrá una seguridad en este sentido?, se le preguntó.

—Espero que a finales de año ya tengamos algunos resultados preliminares que nos indiquen qué está pasando, pero por lo menos sí podremos ver, aunque no con seguridad, lo de transgénicos, pero si la hibridación de muchos maíces nativos, porque podemos verlo simplemente en las hileras de milpas, muy parejitas, en cómo han perdido muchas características nuestros maíces nativos; llega uno con los productores rurales y dicen que sí tienen maíz nativo, pero a la hora de ver su mazorca vemos cómo se hibridó con algunos otros materiales que sembraron, principalmente con los de la marca DKALB, que son los que más se utilizan aquí en las costas.

—Las llamadas Semillas Mejoradas, se le inquiere.

—Sí, las semillas mejoradas… Entendemos el por qué se usan las semillas mejoradas y los beneficios que traen, como el lograr una mayor producción, pero no podemos perder nuestras semillas nativas, debe de haber programas que incentiven, que por lo menos existan parcelas para uso y consumo local, uso y consumo familiar, porque al estar perdiendo ese recurso fitogenético se pierde una línea directa de maíces que nos han dado todo el potencial que ahora tenemos.

—¿Se puede hablar de alguna región del estado en que todavía haya maíces puros?

—Maíces puros, sí; tenemos maíces puros en la Montaña de Guerrero, todavía están conservados; es gente que ha resguardado sus semillas nativas, su identidad, su lengua, su idioma materno; las costas —Chica y Grande— están muy afectadas, un maíz muy importante que era un maíz cuaresmeño, cuarenteño, un maíz precoz, que es el maíz “conejo”, se ha perdido, existen ya muy pocos productores que lo tienen y lo estamos recuperando de casa en casa; si alguien lo tiene se siembra para ver cuánta pureza tiene. Es una pérdida muy grande de este maíz, porque con la entrada de los huracanes, el cambio climático, lo que más queremos es que un maíz sea precoz para que dé antes de que empiecen a entrar estos huracanes que afectan tanto las costas de Guerrero, pero en la Montaña todavía encontramos mucha pureza de maíz. . .

—Y en la Tierra Caliente y la zona Norte, que son el granero de Guerrero, ¿cómo está la situación?

—Tenemos en la parte de Chilacachapa, Apetlanca tenemos todavía productores de maíces nativos, sí tenemos algo en Balsas Bajo, que podemos encontrar maíces nativos de buena calidad

En este sentido, en una visión autocrítica, la coordinadora general de Posgrado e Investigación de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Ambientales de la UAGro reconoce que “se tiene que hacer un estudio y una caracterización, porque todavía está faltando esa parte de estudio por parte de los investigadores que trabajan con maíces, ya que muchos argumentan que ya todos están estudiando maíces, pero claro que no, hace una gran falta de trabajo y una gran falta de difusión para sentir esa identidad de que necesitamos resguardar y cuidar nuestros maíces nativos, necesitamos mucho trabajo, pero sí tenemos algunos productores que conservan la semilla nativa.

Sin embargo, algo que remarca es que los consumidores tienen que exigir el maíz nativo: “lo primero que necesitamos es que los consumidores exijamos nuestro derecho a la alimentación sana, nuestro derecho a la alimentación con maíces nativos, porque los productores dicen: para qué los produzco si no lo vendo, eso es algo que va a marcar a línea de que ellos puedan seguir produciendo maíces criollos.

Sobre el estudio sobre el maíz nativo que se lleva a cabo desde el Posgrado e Investigación de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Ambientales, Teolinka Romero Rosales resalta que con el apoyo de la UAGro y de la ahora Secretaría de Ciencia y Tecnología existe una asociación que se llama MUSA (Mujeres por la Soberanía Alimentaria) en la que “justamente estamos trabajando con mujeres que son guardianas de la semilla de maíz nativo, porque necesitamos trabajar con las mujeres que están fortaleciéndose en las capacidades de la soberanía alimentaria para ser una ayuda total en esto de la siembra, recuperación y restauración de los maíces nativos. Ojalá que sigan la página de Facebook, Instagram, las redes de MUSA y se sumen a este esfuerzo que se está haciendo no solamente como población guerrerense en general sino también como un trabajo ecofeminista, desde las mujeres resguardando las semillas; algo parecido a lo que se hizo en la India, donde fueron las mujeres las que resguardaron un territorio abrazando árboles; las mujeres están abrazando las semillas de México y de Guerrero en particular.