
La propuesta de reforma electoral enviada a las camaras legislativas ha generado una serie de reacciones encontradas, bajo preceptos de interés propio del gobierno presidencial, sin que haya contenido en la modificación de tal iniciativa.
En una opinión particular del ex dirigente del PRD en Guerrero, Celestino Cesáreo Guzmán, apunta que la reforma electoral tiene dirección entre la disputa del poder en el golpe final al equilibrio democrático contra el sistema político mexicano.
En razón, considera que el sistema electoral necesita ser revisado y orientado en una discusión de fondo para fortalecer y garantizar certeza entre la transparencia, representación, equidad y plena democracia, sin caer en la simulación de ella
La comisión presidencial será encabezada por Pablo Gómez Álvarez, de ahí, diversas dudas aún cuando es un perfil conocedor del sistema de partidos, no obstante, la preocupación de los adversarios por la cercanía al gobierno en turno.
En un escrito redactado por el perredista, Cesario Guzmán puntualiza que el comisionado ha declarado que no hay una propuesta cerrada en la que según se escucharán todas las voces para construir la base de tal reforma electoral.
Lo que en respuesta a lo anterior, el ex dirigente estatal del sol azteca propuso que en esa apertura debe sostenerse en los hechos y no quedar solo en un discurso de contenido a medias y en base a criterios en la mentira y la simulación.
Precisó que los retos deben radicar en un formato de verdadera construcción en la reforma que permita garantizar la igualdad en todos los partidos en lo ordinario y extraordinario, no solo eliminar la representación proporcional.
“Si se impone una lógica de mayoría legislativa sin abrir un proceso deliberativo amplio, el resultado será una reforma con una sola visión y no una transformación con consenso”, indicó en el texto de la redacción el perredista guerrerense.
Ejemplificar que en el 2027 se renovarán cargos de elección popular al igual que la primera elección del Poder Judicial se intentará aplicar una reforma sin claridad jurídica ni operativa, de lo que es un total riesgo para el equilibrio y sistema democrático.
“Si el fin de la reforma es debilitar las condiciones para esa competencia, lo que se estaría construyendo no es un sistema más democrático, sino un modelo de partido único bajo el ropaje de la democracia”, señaló, Celestino Cesario Guzmán.
Una reforma electoral debe nacer del consenso, del diálogo amplio y de la responsabilidad histórica. México no merece una reforma que regrese al pasado, sino una democracia más sólida, más incluyente y más legítima, concluyó, el ex dirigente del PRD en Guerrero.