
No se descarta que el puerto de Acapulco tenga playas certificadas y repletas al igual que una ocupación hotelera relevante, aunque con una avenida Costera destrozada y la falta de servicios públicos en todo el municipio.
La alcaldesa Abelina López Rodríguez en un sentido imaginario presume que Acapulco es opcional, aunque lo notable en las zona turística son condiciones extremas de mala imagen, sin que la autoridad admita lo vulnerable con los servicios públicos.
Solo por citar, las banquetas de la zona dorada a la altura de la Gran Plaza hasta la Diana en una obra inconclusa, de la que no tiene un avance y que de manera irresponsable culpan a los gobiernos federal y estatal en la reconstrucción en Acapulco.
En un acto protagónico y de vanagloriarse, la edil porteña confirma y presume la temporada vacacional en tal destino, al considerar “Acapulco es el corazón” de los turistas, mientras, el puerto no deja de ser la crítica del ámbito nacional.
El gobierno municipal continúa entre la mentira acreditando cifras que no se descartan, aunque la obra pública del ayuntamiento es endeble, por debajo y encima de la soberbia de Abelina quien actúa con una política completa de simulación.
Lo que no acepta y entiende es que la estrategia inconsistente de la promoción turística es de verguenza para quienes visitan Acapulco, de lo que también se percibe que en la reconstrucción de Otis y John no hay un avance de trascendencia.
Tan irresponsable son las declaraciones de López Rodríguez en responder que el histórico servicio del agua tiene más prioridad en la zona turística, mientras que en las colonias y en el primer cuadro de municipio se carece del vital líquido.
De tal manera, que no se descartan las playas repletas y la ocupación hotelera en las temporadas vacacionales, pero lo que es evidente es que tiene un Acapulco destrozado en la franja turística, además de la falta de los servicios públicos