

No son tiempos de apertura electoral, pero eso no descarta a nadie en aspirar, en cuanto a la presencia de Ricardo Salinas Méndez actual oficial mayor de la secretaria de finanzas en el gobierno estatal de cerca a la ciudadanía acapulqueña.
Y efectivamente en ciertas lecturas en política a veces el silencio estratégico es de mayor alcance que el protagonismo anticipado e interno entre los morenistas Yolocin Domínguez y el controvertido Jacko Badillo a la sucesión por alcaldía porteña.
Mientras ambos entran en el golpeteo, Ricardo Salinas espera las formas y los tiempos electorales recorriendo innumerables sectores para atender demandas, de lo que en la actualidad el gobierno municipal se ha olvidado en solucionar.
El funcionario del gobierno estatal hace lo propio de forma institucional, sin entrar abiertamente lo que vendrá y determinara morena a la sucesión por la presidencia de Acapulco, aunque, cabe indicar que la aspiración es la más viable.
A lo anterior no se puede descartar lo que morena determine en elegir no solo al perfil mediático, sino a un candidato que reúna mayor certeza y margen en alianzas sólidas que permita un alcance para resolver los problemas olvidados en Acapulco.
La imagen de Ricardo Salinas es limpia y factible para que en el momento pueda convertirse en el candidato a la alcaldía porteña, es decir, un rostro diferente que no tiene lectura de ambición ni tampoco de oportunismo y rivalidad política.
Cuidando las formas y los tiempos se mueve y atiende a lo que por derecho le corresponde a los acapulqueños, y en calidad de funcionario estatal lo obliga a resolver pendientes en el municipio, sin acceder a una fiebre anticipada electoral.
La política es de congruencia y respeto a fin de proceder en su momento, lejos de la confrontacion y en mezquindades en aspiraciones legítimas, por lo que el proyecto en silencio y viable en Ricardo Salinas podría alcanzar el objetivo de triunfo.