

Lo suyo es la polémica, gritar, insultar a los que no piensan igual que él, quedar bien con el régimen cubano y con el tirano de Nicolás Maduro, darse una vida de fifí en plena “austeridad republicana” y ser un político incongruente.
También es un intolerante a la crítica, arrogante, misógino, ingrato, falso redentor social y el bufón predilecto de la Cuarta Transformación (4T).
En efecto, me refiero a Gerardo Fernández Noroña, el chilango que sueña ser presidente de México y cuyo discurso anticapitalista y de defensa de la clase trabajadora contrasta con su estilo de vida personal.
Ha tenido el privilegio de ser diputado federal en tres ocasiones gracias al Partido del Trabajo (PT) y aspirante de este instituto político a la Presidencia de la República en 2024. Finalmente, dejó el barco petista para sumarse a las filas de Morena luego de ser postulado como candidato al Senado de la República por la vía de representación proporcional.
Además del PT y Morena, los antecedentes de Fernández Noroña en la vida partidista nacional incluyen algunos años en las filas del Partido Mexicano Socialista (PMS) y una larga estancia en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), del que fue fundador y secretario de Comunicación, Difusión y Propaganda en el Comité Ejecutivo Nacional.
No se le conoce ninguna gestión social que haya favorecido al pueblo de México. Tampoco una iniciativa de ley para fortalecer a las instituciones públicas o al Estado de Derecho.
Como legislador federal se ha caracterizado como un pleitista y majadero, estrategia que le ha servido para agradar al dueño de Morena y ex presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y a la actual titular del Poder Ejecutivo federal, Claudia Sheinbaum Pardo, ya que ha confrontado muy bien a los diputados y senadores de la oposición.
A los cuatro vientos grita que no es igual que los priistas y panistas. Y tiene razón. No es igual, es peor.
En poco tiempo se convirtió en el nuevo millonario de México.
El pasado 25 de agosto, la revista digital “Eme Equis” reveló que Fernández Noroña adquirió en noviembre de 2024 una propiedad de 1201 metros cuadrados valuada en 12 millones de pesos en Tepoztlán, Morelos, a 3 meses de convertirse en senador de la República.
Del mismo modo encontró que en 2023 también adquirió un Volvo valuado en 650 mil pesos.
La respuesta del entonces presidente del Senado no tardó en llegar. Visiblemente molesto dio una conferencia de prensa y afirmó no tener la obligación personal de ser austero y de manera cínica sostuvo que si en el pasado fue “franciscano” fue porque era pobre, “hijo del pueblo”, no por elección.
El que presumía vivir en una vecindad de la Ciudad de México antes de ser senador y vender libros para comer, declaró que en 2021 compró otra camioneta Volvo por un millón 500 mil pesos y tener un adeudo de 1 millón de pesos con el banco HSBC.
Los ingresos que percibe como senador, “columnista” y como youtuber no cuadran.
No cabe duda que Gerardo Fernández Noroña es un cínico y farsante.
Durante muchos años navegó con la bandera de pobre y vivir como la gran mayoría de los mexicanos. Siempre cuestionó la vida lujosa de muchos personajes del viejo régimen y de los empresarios del país.
Pero, ¿qué creen, amables lectores? Lo que realmente sentía Noroña era envidia. En el fondo quería tener una vida como ellos. Y lo logró cuando Morena llegó al poder.
También es cuestionado por sus viajes que realiza en jets privados y en primera clase en vuelos al extranjero.
Durante sus encuentros con la prensa, el senador y suspirante a la Presidencia de la República ha sostenido una actitud desafiante, y en ocasiones, sarcástica, frente a preguntas sobre el uso de recursos privados y los costos involucrados.
“Cuando se requiere un avión privado, hay que hacerlo, punto”, ha contestado. Pero eso va en contra de la 4T y con lo sugerido por la presidenta Sheinbaum en el sentido que de que los funcionarios y legisladores deben ser responsables con sus actos.
La nueva vida de opulencia de Fernández Noroña ha resultado contraproducente, pues en los últimos meses ha perdido seguidores y cuando acude a una universidad pública a disertar una conferencia o charlar con alumnos, ha sido abucheado y corrido.
Su incongruencia, insensibilidad, arrogancia y su actitud porril no le ayudan para nada en su sueño de sentarse en la silla presidencial.
LA GIRA DEL FRACASO EN GUERRERO
Durante una semana se informó de una gira que realizaría a seis municipios de la entidad suriana: Taxco de Alarcón, Tixtla de Guerrero, Tlapa de Comonfort, Malinaltepec, San Luis Acatlán y Marquelia.
Seguramente le vendieron la idea que serían eventos masivos. Pero no fue así. Fue un rotundo fracaso.
Y se entiende. Su principal promotor en Guerrero no tiene estructura y se pelea con medio mundo. Ajá, me refiero, al ex diputado federal y quien fuera su secretario técnico cuando presidió la Mesa Directiva del Senado, Rubén Cayetano García.
A diferencia de 2023 cuando andaba en busca de la Presidencia de la República, sí encabezó eventos multitudinarios. Pero no se los organizó Morena ni su empleado Rubén Cayetano, sino el comisionado nacional del PT en Guerrero y ex diputado federal, Victoriano Wences Real, quien sí tiene trabajo y presencia en el estado.
Guerrero no es territorio Noroña. Y quedó demostrado en los seis municipios que visitó este fin de semana.
Además, se vio muy mal al negarle la palabra a uno de los pocos asistentes a sus reuniones informativas. “No hay micrófono abierto… pero, además me vinieron a oír a mí”, le dijo a un ciudadano que quería hablar. Así de sectario el nuevo millonario de México.
En Taxco, Tixtla, Tlapa y Malinaltepec, por ejemplo, no juntó ni a 50 personas. En la tierra del general Vicente Guerrero y del maestro Ignacio Manuel Altamirano, por ejemplo, estuvieron presentes cuatro trabajadores de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) que pastorea Rubén Cayetano y que viven en Chilpancingo.
En las redes sociales se generaron muchas reacciones por los deslucidos eventos que encabezó el personaje de marras. Uno de los comentarios más destacables fue: “Junta más gente un perro atropellado que Noroña”. ¡Zas!
Con Rubén Cayetano como su promotor en Guerrero, le seguirá yendo igual, ya que dicho personaje no tiene trabajo ni base social. De hecho, no gana ni la Comisaría Municipal de su natal Zoyatlán, municipio de Marquelia.
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