Políticamente Incorrecto || Lo que detestan en Morena

Roberto Camps // En el onceavo aniversario de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), surgió una declaración de su dirigente estatal en Guerrero, Jacinto González Varona: “no convertirnos en lo de siempre y en lo que detestamos los ciudadanos”.

Y ese ha sido el discurso que los morenistas utilizan en las tribunas, ante los medios de comunicación, en las plazas públicas para diferenciarse de los regímenes previos a la 4T: “nosotros no somos iguales”.

Y mucha gente les cree, porque se hartaron de los partidos políticos ‘tradicionales´, desprestigiados por sus excesos, por sus errores, por sus malas acciones, malas decisiones y no lograr la equidad social.

Sin embargo, a la hora de revisar las cuentas de Morena como instituto político, hay muchas evidencias de que están repitiendo los errores que tanto detestan.

Al vuelo, cito algunas: el condicionamiento de los programas de gobierno con fines electorales; la renuncia a la autocrítica y la sumisión al Presidente de la República que los lleva a votar en las cámaras en contra de cualquier llamado a los funcionarios federales para que corrijan fallas.

La descalificación a quienes señalan los excesos, fallas y omisiones de la 4T (V.Gr. Porfirio Muñoz Ledo); el desaseo y agandalle en sus procesos internos; el incumplimiento de lo que ofrecen en campaña (el Ejército a los cuarteles); el uso faccioso del gobierno para doblar a opositores, como el espionaje y filtración de audios para exhibir a Alejandro Alito Moreno.

El dudoso combate a la corrupción, el abandono a los presuntos desvíos de dinero en la entrega de fertilizante en Guerrero; la protección a Ignacio Ovalle, al nombrarlo como coordinador del Instituto Nacional para el Federalismo y Desarrollo Municipal (Inadep) cuando a su paso por Segalmex dejó un cochinero; la impunidad en el caso Pío López Obrador; la presunción de los negocios al amparo del poder y el episodio de la Casa Gris, el disimulo ante los señalamientos a Manuel Bartlett; el uso de adjudicaciones directas como método preferido del gobierno de la república.

En lo local: la participación de un funcionario de primer nivel en un evento para promover la candidatura a la jefa de gobierno Claudia Scheimbaum; el desaseado proceso interno para elegir consejeros políticos; los desencuentros entre el anterior líder del Congreso y el grupo felixista, incluyendo la esfera de gobierno estatal.

Y aquí me detengo, pero hay muchos ejemplos más. Y no me referiré a los resultados a cuatro años de la Cuarta Transformación en seguridad pública, pobreza, desarrollo regional, economía y democracia.

Siendo Morena la principal fuerza política en el país, es bueno que tengan claro lo que no quieren ser, y que reconozcan lo que detestan, porque muchos compartimos esa repulsa a los excesos del poder y de los partidos políticos.

Sí hay que reconocer en Morena una fuerza que ha cambiado al país, para bien en muchos aspectos, no hacerlo sería egoísta, pero no advertir que se parecen mucho a lo que critican, equivaldría a asumir una actitud de disimulo. Y eso no ayuda al país ni a Guerrero.

Pero los morenistas deben tener presente que cuando el discurso no corresponde con los hechos, cuando no hay congruencia, estamos hablando de simulación.

Y el pueblo es sabio. Ya lo ha demostrado.