Hablando al Oído || Desfile de influencers y espectáculos musicales disfrazados de Carnaval

Con lo que se gastó se hubieran tapado más de mil baches y alumbrado más de 6 mil postes

Salvador Romero Calderón // El exitoso Carnaval Paraíso 2023 del que habla y presume la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, no fue lo que ella tiene en su cabeza; ni fue carnaval y mucho menos atrajo a miles de turistas como lo asegura.

Más que un carnaval fue una serie de espectáculos musicales en diferentes puntos del puerto y el desfile tradicional de carros alegóricos sólo fue una exhibición de influencers quienes sólo debían haber asistido para hacer sus transiciones en las redes sociales, que es a lo que se dedican.

La soberbia de la presidenta municipal, que la caracteriza, fue acentuaba en solicitar a la Secretaría de la Defensa Nacional la apoyaran con la banda de guerra, que nada tiene que hacer en un carnaval, es un evento social y para el pueblo.

No sólo estuvieron en el arranque del desfile, sino que los militares marcharon tocando sus instrumentos desde el zócalo hasta la glorieta del Centro Internacional Acapulco.

Hace unas semana la alcaldesa anunció multas de mil 500 pesos a quienes consumieran bebidas alcohólicas en la vía pública, y el sábado propició que lo hicieran con el desfile, ya que se observó a personas bebiendo cerveza mientras caminaban adelante, atrás y alrededor de los carros alegóricos, así como algunos que esperaban en la banqueta y camellón de la costera Miguel Alemán el paso del desfile.

Miles de turistas durante el fin de semana, pero no por el carnaval.

Es cierto que Acapulco estuvo en un nivel alto de afluencia turística, pero no por querer apreciar el carnaval, que por cierto careció de publicidad suficiente para atraer la atención de gente de otros Estados.

No es necesario tanto rollo para desmentir a la alcaldesa respecto a que miles de turistas vinieron por el Carnaval, su propio equipo de Comunicación Social lo confirma al publicar fotos de las playas llenas de turistas, porque a eso viene la mayoría, y las fotografías y videos dónde no se observan turistas participando en el desfile.

Que fue una fiesta popular para los acapulqueños, cierto; que hubo buenos espectáculos musicales también es cierto, pero no se puede hablar de un Carnaval exitoso y que atrajo la asistencia de miles de turistas, porqué ni fue Carnaval y los turistas vinieron aprovechando el puente vacacional.

Contrario a darle diversión a los turistas, cientos fueron afectados por las disposiciones de las autoridades correspondientes respecto al cierre de la costera Miguel Alemán, para el paso del desfile, precisamente del lado de la playa y dónde se ubican los hoteles.

No pudieron sacar ni meter sus coches durante la tarde y parte de la noche.

Con lo que costó se hubieran tapado más de mil baches y comprado más de 6 mil lámparas para alumbrado público. 

Con los 6 mdp que dice Abelina López que costó el carnaval, se hubiera podido bachear más de mil espacios que abundan en las calles del puerto y alumbrar calles que permanecen en penumbras desde su llegada.

Las lámparas tiene un costo promedio de mil pesos, por lo que con esos 6 millones de pesos se pueden comprar alrededor de 6 mil lámparas que tanta falta hacen en varias partes de Acapulco y avenidas principales, incluso en la costera Miguel Alemán.

No se puede negar que fue una distracción, más no diversion, para los acapulqueños, pero jamás puede calificarse como Carnaval a lo que se vivió el fin de semana.

Pero en fin, así las cosaa.