Infiltrados || Hermanos Escudero Reguera; a 100 años de su asesinato

Francisco y Felipe Escudero Reguera, Trinidad Hernández Rosas (Esposa de Francisco) e Yrene Reguera Labastida. (Foto registrada en Derechos de Autor como propiedad de Alfredo Hernández Fuentes).

Alfredo Hernández Fuentes // Este 21 de diciembre se cumpleronn exactamente 100 años del cobarde asesinato de los hermanos Juan Ranulfo, Francisco y Felipe de apellidos Escudero Reguera, en el poblado del Aguacatillo, una comunidad cercana al kilómetro 21 de la carretera federal México-Acapulco.

Les comparto una fracción de la parte introductoria de mi obra que lleva el mismo nombre del título de la presente colaboración, misma que saldrá a la venta a fines del mes de enero o principios de febrero del próximo 2024.

“Recién iniciado el siglo XX, mientras en el vibrante paisaje histórico del México donde la lucha por la justicia y la equidad social se ha trazado con huella profunda, se proyecta una siniestra sombra sobre la costa de Acapulco; es allí donde la memoria de tres valientes hermanos, los Escudero Reguera, se entrelaza con la historia nacional que cursa por una época turbulenta que exige la transformación de la sociedad y de sus instituciones.

Las décadas de 1910-1920 fueron en Acapulco el escenario de una realidad compleja en la que los obreros y campesinos, contrariados por las condiciones laborales opresivas, anhelaban un cambio radical en sus vidas. En ese rincón remoto del país, cuna de belleza natural y riqueza multiétnica, se enfrentaban a un obstáculo social inmenso: el oligopolio de españoles peninsulares que detentaban todas las clases de poder.

En tal escenario surgieron los Escudero Reguera, inquebrantables en su  desbordante pasión y un sentido innato de humana solidaridad; se alzaron como líderes de los desfavorecidos, de los desposeídos y de aquellos que deseaban una mejor vida en su momento y para las futuras generaciones.

Sus voces resonaron como un eco desafiante en el corazón del  pueblo, en el intento de inspirarlos a unirse y luchar por sus derechos y dignidad. Las páginas de esta reseña histórica no solo hablan de los hermanos Escudero Reguera, sino de toda una comunidad gobernada con puño de hierro, que en su mayoría y en su debido momento, lastimosamente no alcanzó a despertar cabalmente.

Por su trascendental importancia para nuestra historia regional, la vida personal y la obra humanista emprendida por los hermanos Juan Ranulfo, Francisco y Felipe Escudero Reguera ha sido a través de los años, el semblante exponencial más conocido y difundido debido a su impecable contienda social del siglo veinte.

Empero, debido a los muchos espacios vacíos antes biografiados, quizás por carencia de referentes confiables o por no tener suficiente investigación tanto de su origen ascendente, como de su activismo político, la diversidad de acciones que realizaron y su destino final, llevó a que diversos pasajes que se expresan en algunas reseñas se encuentren noveladas o con datos especulativos que han deformado las circunstancias y su imagen.

A la distancia, el ambiente en cita pudiera parecer incomprensible al común, sobre todo porque quienes escribieron sobre estos personajes y su lucha no localizaron un hilo temporal congruente, siendo evidente que tampoco se tomaron el tiempo necesario para investigar con pulcritud y después recrear con veracidad ese universo que es tan distinto al nuestro en muchos sentidos. 

Se hace necesario, pues, despejar la verdad entre los tantos mitos que han generado una leyenda áurea y a la vez trágica cuyo resplandor enceguece el sentido de lo correcto. Asimismo, para comprender lo pretérito se hace necesario situarnos bajo el contexto general de esa época y despejar comparativos inútiles que pudieran aplicar conceptos y formas de vida del presente, ya que de esa manera nos atreveríamos a modificar la visión de lo sucedido en uso de algo que no existía.

De otra parte, en el contexto social de nuestro tiempo se ha considerado como único personaje valioso de los hechos de este episodio histórico a Juan Ranulfo, y a la vez se envía lastimosamente a segundos planos y hasta el olvido la participación de sus hermanos Francisco y Felipe. 

Han transcurrido hasta este 2023 cien años del violento asesinato, se recuerda esta etapa como fatídica, toda vez que aparte del proditorio crimen se polarizaron los intereses de la población, generándose en consecuencia el apocamiento de las actividades económicas, la disolución del orden social y la degradación de las relaciones humanas. 

A tantos años de distancia de los sucesos, lamentablemente aún deban permanecer en  reserva ciertos aspectos de las pendencias entre personas y grupos familiares para no motivar que nuevamente sangren las heridas; de allí también se desprende que de antaño se formaran espesos cortinajes para velar hechos bajo el tenor de la desconfianza.

En el año 1923 a los hermanos Escudero Reguera les fue arrebatada la vida con saña y crueldad, pero su legado se convirtió en un paradigma inmortal de fidelidad social, resistencia y valor. 

Estas páginas son en esencia una reseña familiar y tributo póstumo a los hermanos caídos, pero también una exhortación a preservar con dignidad la memoria colectiva. Ya que en este caso a través del relato se intenta preservar la memoria de quienes ofrendaron su vida a una causa social de alta relevancia, y cuyos sacrificios deberían inspirar a las generaciones venideras a nunca claudicar en una lucha justa.

La presente historicidad de estos hermanos acapulqueños no es solamente un referente de heroísmo, sobre ella deberían construirse los cimientos de humanismo, honestidad y diligencia en el servicio público de esta colectividad humana; se remarca que la actuación de estos hermanos debería servir con orgullo como guía de rectitud, valor y confianza”.

Esta obra develará muchos misterios y despejará por necesidad desagradables mitos. Es cuanto.