Chicotazos || ¿Por qué Jacko?

Por Francisco Javier Flores V. // A bote pronto, la respuesta a la interrogante planteada en el título, de tan sencilla hasta podría parecer un lugar común: Porque Acapulco merece lo mejor.

Y es que Joaquín “Jacko” Badillo Escamilla ha demostrado en infinidad de veces y de diferentes maneras ser lo que nuestro querido puerto necesita.

Desde el 2015, en que decidió por primera vez incursionar en la política, en un partido que por cierto hoy es aliado de la Cuarta Transformación, siendo en ese entonces el candidato más joven a la presidencia municipal y negarse a declinar por el PRI como se lo exigían las cúpulas partidistas, Jacko dio muestra de su convicción y compromiso con Acapulco y obtuvo 13 mil 500 votos, suficientes para ser el gran factor que determinó que el tricolor no gobernara el puerto.

Para 2018, siendo ya, pese a su juventud, un actor político, social y económico importante, pasando por las presidencias de Coparmex y Consejo Coordinador Empresarial, su nombramiento como Empresario del Año, con un Premio al Mérito Civil, con su asociación civil JACKOmienza apoyando las causas más sentidas de los acapulqueños, sobre todo los más marginados, Jacko Badillo fue nuevamente candidato, ahora por la coalición de tres partidos, ganando la nominación en los procesos internos a personajes reconocidos y de gran peso político, entre ellos Víctor Aguirre Alcaide, David Jiménez Rumbo, Ricardo Mejía Berdeja, Ilich Lozano Herrera e incluso a quien en ese momento era alcalde y pretendía reelegirse, Evodio Velázquez Aguirre.

Ese año, el único que logró derrotarlo fue el tsunami llamado Andrés Manuel López Obrador, algo que incluso sus mismos compañeros de coalición le reconocieron, al admitir que de última hora decidieron abandonarlo y subirse a la ola lópezobradorista, lo que sin embargo no evitó que Jacko obtuviera alrededor de 50 mil votos.

Por eso no es de extrañar que en el 2021, fue el finalista que le compitió a la actual alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, la candidatura de Morena, partido al que Jacko se incorporó desde el 2019, trabajando desde abajo, promoviendo la 4T y repartiendo el periódico Regeneración como el más humilde militante y simpatizante.

Abelina seguramente recuerda el pacto de caballero y dama que aquel año suscribieron al saber que ambos punteaban las encuestas, sólo esperando que se definiera el género: Si el partido decía que seguía mujer, Jacko se sumaba sin mayor problema a apoyarla (como finalmente lo hizo), pero si se decidía que fuera hombre, Jacko tendría el apoyo de Abelina.

Las circunstancias determinaron que repitiera género mujer (ya había gobernador Adela Román) y a Badillo alguien en la dirigencia le ofreció, a manera de premio de consolación, ir para diputado en una plurinominal; enemigo de la comodidad, Jacko respondió que sí aceptaba ir, pero a pelear por un Distrito, ganarse la diputación en las urnas, y fue por eso que se decidió que fuera al Distrito 9, el más extenso, el más complejo y difícil de ganar pues por años venía siendo un bastión priísta ese territorio.

El tiempo le dio la razón a Jacko. En esa elección Jacko y Morena sacaron más votos para la diputación que los que tuvo la propia Abelina y que el candidato del PRI-PRD, Ricardo Taja, siendo el Distrito con más votos para Morena en todo Guerrero.

Hoy, hablar de un trabajo legislativo y de gestión impecable en el Congreso de Guerrero es voltear a ver de inmediato a Joaquín “Jacko” Badillo Escamilla. Sus obras y acciones así lo demuestran.

Ya no digamos por sus sonadas intervenciones en tribuna en donde se ha convertido, con debates de altura, en el más férreo defensor de la 4T y del proyecto de nación que encabeza Andrés Manuel López Obrador.

Como presidente de la Comisión de Seguridad Pública, sus iniciativas han impactado incluso a nivel nacional, como la de tipificar la extorsión, cobro de cuota y piso como delito grave y amerite prisión preventiva oficiosa, la cual fue retomada por el mismo presidente de la República en su reciente paquete de reformas, más allá de la estrecha coordinación con los demás poderes (excelente relación con la gobernadora Evelyn Salgado y el presidente del TSJ, Raymundo Casarrubias) e instancias relacionadas con la seguridad, algo que ninguno de los demás aspirantes a la candidatura de Morena tienen.

Aquí cabría otra pregunta muy sencilla: ¿Qué es lo que más requieren en estos momentos México, Guerrero y particularmente Acapulco? Y la respuesta es clara: Seguridad.

Jacko Badillo es un acapulqueño que se la ha partido por su municipio. Junto a su familia ha trabajado desde muy temprana edad, logrando consolidar sus empresas, por eso goza de una estabilidad económica ajena e independiente de la política.

Jacko Badillo es un ciudadano ejemplar, no toma alcohol, no fuma, tiene una familia estable y consolidada, todos nacieron y han vivido en Acapulco; él ha sido un gran deportista y hoy sus hijos son campeones de Acapulco, de Guerrero y de México en competencias de natación.

Jacko Badillo ⁠también cuenta con la mejor preparación académica de los aspirantes: Una Licenciatura en Comercio Internacional en el Tec de Monterrey; estudios profesionales en Madrid, España; Maestría en Administración (cursada en aulas de manera presencial con cédula profesional); diplomado en Alta Administración Municipal de la EGADE Business School del Tec de Monterrey; seminario en Seguridad Nacional y un Doctorado en Administración Pública y Ciencia política (cursado en aulas, presencial, con exposición de tesis y cédula profesional).

Tras el desastroso paso del huracán Otis por Acapulco, Jacko Badillo no descansó ni un día en las labores de auxilio y rescate a las familias damnificadas, armado de motosierras, picos, palas, carretillas, machetes, encabezando brigadas con un gran equipo. Incluso hasta la fecha, sigue ayudando a todos sus paisanos y paisanas que aún no se reponen de ese trance tan doloroso (las evidencias están no sólo en redes sociales, sino en la opinión de los acapulqueños).

Jacko Badillo es enemigo de la simulación. Desde un principio apoyó de manera decidida a la doctora Claudia Sheinbaum, desde antes de su precampaña y hasta la fecha el apoyo es firme, de una sola pieza.

Entonces sí, la respuesta a la pregunta de: ¿Por qué Jacko?, no es más que esta: Porque Acapulco merece lo mejor y Jacko Badillo, por mucho, lo es.

En todos los aspectos y sentidos, Jacko es lo que un municipio como Acapulco necesita.