Contexto Político || Zumpango: la continuidad de un proyecto de gobierno

 

Por Efraín Flores Iglesias // La responsabilidad es un pilar fundamental en la política, y mucho más en el arte de gobernar. Quien gobierna responsablemente a un pueblo, le va bien. Y sus gobernados, desde luego, lo ven con buenos ojos.

La confianza se gana o se pierde. Y todo aquel que demuestre ser digno de confianza, se le brinda la oportunidad de hacerse cargo de una tarea y si ésta es bien realizada, entonces la confianza se ha ganado.

En las últimas semanas nos hemos enterado de que varios personajes de la política guerrerense han alzado la mano para reelegirse para un cargo de elección popular. Desde presidentes municipales hasta senadores de la República. 

Con la reforma electoral de 2014 se reintrodujo la figura de la reelección consecutiva para los legisladores federales y locales, así como para los integrantes de los Ayuntamientos en el país.

De acuerdo al magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Reyes Rodríguez Mondragón, para cualquiera de los cargos, la forma de reelección es restringida, es decir, la postulación para optar por reelegirse debe realizarla el mismo partido o alguno de los partidos de la coalición (en caso de que existiera) que originalmente postuló a esa persona. Esto solamente se exceptúa cuando la persona renunció o perdió su militancia antes de cumplir con la mitad de su mandato. 

Desde luego que toda aspiración política es legítima.

En las pasadas elecciones, varios presidentes municipales se reeligieron en el estado de Guerrero. Y si los ciudadanos volvieron a votar por ellos fue porque dieron buenos resultados y realizaron una buena campaña electoral.

Aunque hay información de que en algunos municipios influyeron otros factores. Pero esa es otra historia. 

Lo cierto es que en este proceso electoral volverán a reelegirse algunos presidentes municipales, sobre todo, aquellos que supieron comunicar muy bien sus acciones de gobierno y porque no perdieron el contacto con su pueblo.

En el municipio de Eduardo Neri (Zumpango) es claro que la mayoría de los ciudadanos volverán a votar por la presidenta Sara Salinas Bravo, quien hace unos días se registró para reelegirse en el cargo.

Sara Salinas ganó la elección de 2021 gracias a su arduo trabajo social y porque supo sumar a su favor a importantes actores políticos y sociales. Y el Partido del Trabajo (PT) fue la organización política que la postuló como su abanderada.

Fue una buena candidata. Sus propuestas calaron en el ánimo de sus paisanos y eso fue fundamental para impedir que un personaje de triste memoria regresara a despachar de manera formal al Palacio Municipal.

Como presidenta municipal no perdió el piso y siguió atendiendo de manera directa a sus paisanos. Y en poco tiempo se ganó el respaldo de mucha gente que no votó por ella en 2021 –incluso, de Morena–, ya que su gobierno ha sido  incluyente. O sea, de puertas abiertas, que no distingue colores.

Por esa razón, el PT y Morena acordaron inicialmente que irían en alianza en varios municipios, incluido, Eduardo Neri. De hecho, se acordó que el PT le correspondería siglar al candidato en dicho municipio. Pero, ¡oh, sorpresa! El imberbe y multicuestionado dirigente estatal de Morena, Jacinto González Varona, incumplió el acuerdo y registró como candidata de su partido a una persona que perdió en las urnas en 2021.

Sara Salinas Bravo al igual que 33 planillas en el estado, fue registrada ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) como candidata de la Coalición PT-Morena-Verde Ecologista-, para su continuidad en el municipio de Eduardo Neri. 

González Varona por esa y otras turbiedades, ha sido denunciado por intentar cambiar la jugada, toda vez que registró a otra militante de Morena, contraviniendo el acuerdo de coalición que firmó él mismo, por Morena, Victoriano Wences Real por el Partido del Trabajo y Alejandro Carabias Icaza por el Partido Verde.

González Varona ha sido denunciado por militantes de su partido por actos deshonestos y por traicionar los principios de la Cuarta Transformación: no mentir, no robar y no traicionar.

Ni las dirigencias estatales del PT y del PVEM confían en él. Lo perciben como un actor político que incumple acuerdos y que está sujeto a lo que le ordene un locuaz legislador federal.

Sara Salinas se perfila para ganar el próximo 2 de junio. Busca hacerlo con la coalición y defiende ante el órgano electoral el registro, cuyo plazo de impugnación se venció el pasado 3 de abril.

El órgano electoral debe ceñirse al derecho electoral y no apartarse de la legalidad por presiones de ningún tipo ni maniqueísmo de ninguna índole.

Su buen trabajo al frente del Ayuntamiento de Eduardo Neri en los últimos 30 meses, es su mejor carta de presentación.

Cuenta con una amplia estructura electoral, tiene seguidores en Morena y el PVEM y es querida en las comunidades del municipio que gobierna, ya que ha estado cerca de sus gobernados.

Los resultados de su trabajo ahí están. 

Su objetivo principal es darle continuidad al proyecto de gobierno que inició el 30 de septiembre de 2021: un proyecto responsable y de buenos resultados.

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