Enfoque || Ayotzinapos por encima y al margen de la ley y la autoridad de gobierno

 

 

Carlos Díaz Figueroa

La actitud desafiante de los seudos alumnos de la normal rural de ayotzinapa ha superado de margen a la autoridad por encima de la ley a medida del abuso y el chantaje, sin que haya poder humano en detener acciones radicales de los estudiantes.

No solamente lo que se registró el lunes en el palacio de gobierno, sino lo excedido en sus protestas en las vías carreteras y en puntos en centros comerciales, lejos de prevenir la acción beligerante rebasada de los Ayotzinapos.

Mientras, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda continúa con la agenda prioritaria, al interior del gobierno estatal no se actúa conforme a derecho contra estos actos vandálicos que es origen a falta de la capacidad, espíritu y oficio político.

Es decir, una política interna incapaz para aplicar el compromiso determinante del gobierno de que al “márgen nada y por encima de la ley nadie” ante los graves excesos de la discapacidad de violencia ocasionada por seudos alumnos.

A quienes comentan que hay funcionarios que en nada ayudan a la gobernadora y que lo más razonable debería ajustar en el gabinete con perfiles que estén a la altura para hacerle frente a la solución de los múltiples conflictos internos.

Lo anterior, prácticamente con la política interna, en cuya responsabilidad está sujeta en contribuir en la gobernabilidad que requiere de mayor certeza, por lo que ocasiona un desajuste inestable dentro y fuera del gobierno.

Por otra lado, ciudadanos, asociaciones civiles, entre otras organizaciones, consideran que sin ninguna reserva la ejecutiva del estado debiera someter en un análisis de fondo la desaparición de la normal rural de ayotzinapa.

A manera que se revisara minuciosamente la funcionalidad de la institución educativa, sin que se afecte a quienes de verdad desean lograr una formación académica profesional, canalizando a tales en espacios para concluir sus estudios.

Desde hace poco más de 20 años ayotzinapa es problema para la autoridad y la sociedad, y que solamente concientizado y actuando con firmeza conforme a derecho el gobierno podría evitar el desorden en el abuso de este centro educativo.

Es tan lamentable la actitud desafiante de los actos vandálicos de los Ayotzinapos en la que ha superado y a la investidura institucional de la autoridad gubernamental por encima y al margen de ley en omisión desde la política interna.

No obstante que no todo se le puede culpar o responsabilizar a la autoridad de gobierno, pero a medida de darle certeza se requiere de la mayor estrategia y operación para solucionar ese conflicto añejo de casi dos décadas.