Celestino Cesáreo Guzmán // Este dos de junio se va a definir la ruta que seguirá el país los próximos seis años, y en el caso de Guerrero, de los ayuntamientos, el Congreso local y quienes irán al Congreso de la Unión.
En tiempos de incertidumbre o crisis, los votantes pueden buscar líderes y partidos políticos que ofrezcan estabilidad, seguridad y protección.
Son claras las dos visiones de país en disputa: continuidad o cambio, la elección es casi un referéndum sobre la forma de gobernar de AMLO.
La guerra de encuestas está a todo lo que da. Echando por tierra la credibilidad de este tipo de estudios. Quienes dicen que prácticamente ya ganaron, en la vía de los hechos actúan como si fueran a perder.
Decía Churchill: “si quieres decepcionarte de la democracia, escucha la opinión de un ciudadano en lo individual sobre el tema” … De ahí que la moneda está en el aire.
En la soledad de la urna, el ciudadano decidiría si estamos mejor o peor en seguridad, salud, educación, servicios, en base a eso expresará su voluntad.
Estos votantes pueden estar motivados por el deseo de mejorar las condiciones de vida, responder a nuevas necesidades o desafíos, o promover valores y principios diferentes a los que actualmente están en el poder.
Los candidatos y partidos políticos a menudo intentan articular sus propuestas y mensajes de campaña de manera que respondan a las preocupaciones y expectativas de los votantes en relación con esta disyuntiva, presentándose como agentes de cambio o como guardianes de la estabilidad.
Respecto a las campañas, a pesar de la inseguridad que prevalece, éstas deben ser a ras de piso y a través de un cálido contacto con la gente. Pero quienes van a la urna saben que para que el ciudadano te dé su voto no basta volverse de la noche a la mañana, atento, amable y saludador; ponen en balanza tu historia de vida. Cómo eres como vecino, como hijo, como padre, como esposo, como ciudadano. De ahí que el político tradicional que entiende la política como sinónimo de mentira y con todos busca quedar bien, tiene poco futuro.
La evaluación del desempeño del gobierno también influye en la decisión del voto. Los votantes basar su elección en la percepción de si el gobierno actual ha cumplido con sus promesas, ha gestionado eficazmente los asuntos públicos y ha logrado resultados positivos. Algunos creemos que este gobierno en muchos rubros está reprobado.
La afiliación partidista y la lealtad política también son factores importantes. Los votantes que tienen una afiliación partidista fuerte tienden a votar por su partido. El voto duro le llaman. Sin embargo el nicho de los votos está en la gente sin militancia, ahí está el triunfo.
Un factor que me parece lamentable pero que no se puede soslayar, es la inseguridad: es claro que en amplios sectores, sobre todo rurales influirán en la elección.
En la soledad de su conciencia y creo que mucho antes del dos de junio, una gran mayoría ya sabe por quién votará, ya hicieron un balance sobre si han mejorado o retrocedido en sus condiciones de vida y de sus cercanos. En lo personal, como venga la tempestad de lo que falta de la campaña. Mi voto será por la cuarta alternancia por Xochitl Gálvez Ruiz.
El dos junio resolveremos la disyuntiva entre cambio o continuidad, democracia o autoritarismo, centralismo o federalismo, reconciliación o más división, es el dilema que enfrentarán los votantes: decidir entre mantener el sistema que los gobierna, o buscar un nuevo rumbo político.