
Mantener la gobernabilidad al interior del Poder Legislativo, ha sido una de sus principales prioridades desde que asumió la Presidencia de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso del estado, en septiembre de 2024.
No ha sido una tarea sencilla para él, pero es evidente que las cosas marchan bien en la LXIV Legislatura local.
El personaje al que me refiero es, desde luego, Jesús Urióstegui García, un rostro nuevo de la política guerrerense y que milita en las filas de Morena, el partido-movimiento que gobierna el país desde 2018.
Jesús Urióstegui ha demostrado ser un buen líder parlamentario, ya que sabe escuchar a todas las expresiones políticas representadas en el Congreso local.
No es un hombre de pleitos. Es alguien que privilegia siempre el diálogo y el trabajo en equipo. Y lo más importante: ha sido prudente en las declaraciones que ha concedido a los medios de comunicación.
Su estilo de hacer política le ha merecido el reconocimiento de los coordinadores parlamentarios de oposición, algo que no lograron los 4 presidentes de la Jucopo en la LXII Legislatura y los dos primeros presidentes de la anterior Legislatura (también de Morena), a quienes solamente se les recuerda por haber ejercido el poder de manera arbitraria y por confrontarse hasta con sus propios compañeros de fracción.
Los actuales diputados de Morena no se equivocaron en elegirlo como su coordinador parlamentario. Los resultados ahí están.
El Congreso va por buen camino, independientemente de que algunos legisladores sean intolerantes a la crítica periodística y no suban a tribuna para debatir importantes temas que afectan al pueblo.
Jesús Urióstegui no tenía experiencia legislativa cuando rindió protesta como diputado local el pasado 1 de septiembre. Las circunstancias lo obligaron a prepararse para ser un buen presidente de la Jucopo.
Las últimas reformas constitucionales enviadas por el Congreso de la Unión han sido aprobadas por el Congreso de Guerrero. Y eso ha sido posible gracias al intenso cabildeo que ha realizado en su calidad de presidente de la Jucopo.
Es cierto, Jesús Urióstegui es un fiel soldado de la Cuarta Transformación, pero eso no le ha impedido ser un actor político plural y tolerante.
Milita en Morena y es cercano a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, con quien colaboró en los dos primeros años de su gobierno como Jefe de Oficina del Poder Ejecutivo.
También es cercano a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, a quien le coordinó su campaña presidencial en Guerrero.
Al ser un rostro nuevo de la política guerrerense inspira confianza. Y eso le favorece a Morena.
En un principio, algunas mentes perversas esparcieron el rumor de que él no era oriundo de estas tierras del sur. Pero, ¡oh, sorpresa! Jesús Urióstegui es cien por ciento hecho en Guerrero.
Nació y creció en Chilpancingo, cuna de los Sentimientos de la Nación.
Es licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Guerrero.
Como legislador también ha presentado importantes iniciativas de ley. El pasado 7 de mayo, por ejemplo, subió a tribuna para proponer reformas al Código Penal del Estado de Guerrero para establecer una penalidad de hasta 12 años de prisión para quienes cometan el delito de despojo aprovechándose de la condición de persona adulto mayor, enfermedad, discapacidad, analfabetismo, desconocimiento de la ley o situación de abandono del propietario o legítimo poseedor de un bien inmueble.
Su propuesta fue bien recibida por sus compañeros legisladores, a la que se adhirieron los grupos parlamentarios de Morena, del PRI, del PRD y del PVEM, y los diputados Claudia Sierra Pérez y Pánfilo Sánchez Almazán, del PT.
Jesús Urióstegui destacó en el documento que se turnó a la Comisión de Justicia que este fenómeno ha ido creciendo por los vacíos legales, silencios jurídicos y que ha sido históricamente tolerado como si fuera un mal menor, pero que es una gravedad y tiene que ser castigado severamente.
“No podemos seguir permitiendo que quienes han trabajado toda su vida para tener un hogar, un patrimonio, terminen despojados por oportunistas o servidores públicos corruptos que han hecho tráfico de sus influencias un negocio; no más adultos mayores llorando frente a su casa ocupada por un desconocido, no más personas enfermas, no más inmuebles, terrenos y propiedades ocupados por ajenos”, enfatizó.
Esa propuesta demuestra que Jesús Urióstegui es un legislador sensible a las causas sociales, alguien que vela por el bienestar de los sectores más vulnerables de Guerrero.
Ojalá pronto sea aprobada por el Pleno del Congreso local.
Luego entonces, queda claro que Guerrero tiene a un buen líder parlamentario en la LXIV Legislatura local.