
El planteamiento estratégico del nuevo modelo de desarrollo impulsado por el gobierno federal es una iniciativa clave en atención a las regiones más pobres y marginadas del país, particularmente, en el caso, del estado de Guerrero.
Al igual que como Michoacán, Oaxaca y el estado de México, el combate a la pobreza marca retos profundos y persistentes en el firme compromiso en la agenda del Gobierno de México de cara a los índices de marginación en el país.
En referencia, el ex gobernador de Guerrero Angel Aguirre Rivero, citó la creación de los diversos planes de que habrá impulsado a la federación una crucial conexión de inversión tanto públicas como privada a mejorar en zonas con alta pobreza .
Los nuevos modelos para el desarrollo de tales estados, principalmente, en Guerrero están alineados a la conectividad y prosperidad de impacto y de trascendencia en términos de generar empleos y desarrollo sostenible.
Angel Aguirre puso como ejemplo la construcción de la carretera Toluca-Zihuatanejo y la continuación de Salina Cruz-Zihuatanejo, tales obras un paso vital para Guerrero, facilitando el acceso global en los servicios básicos y mercados.
Es decir, no solo permite el transporte eficiente de bienes y servicios, sino que también fomenta la inversión en la región a través de políticas encauzadas hacia el combate de la pobreza en zonas desprotegidas con mayor marginación.
Otra acción de continuidad –dijo– es el proyecto con los caminos artesanales, a fin de conectar a las comunidades rurales, que a menudo han sido olvidadas en el desarrollo urbano en dirección al sentido político de la transformación.
De tal manera, que el contenido del discurso de la presidenta Claudia Sheinbaum tiene una señal directa a la inclusión al estado en proyectos estratégicos destinados a garantizar el acceso de beneficio con los más pobres de Guerrero.
Por otro lado, Aguirre Rivero apuntó que la propuesta de establecer plantas recicladoras de basura será una gestión adecuada, toda vez que es una preocupación creciente en variadas partes del país, y Guerrero no es la excepción.
Lo que tal, la inclusión en proyectos de reciclaje no sólo puede mejorar la salud pública y la calidad ambiental, también generaría empleo y promovería una cultura de responsabilidad ecológica, de lo que puede generar certeza y margen de desarrollo.