A veces no se les entiende a los representantes populares, principalmente a diputados y senadores aprovechándose de la ocasión y planteando lo que se puede evitar a través de propuestas.
La propuesta en la declaración de la senadora Beatriz Mojica, en que debe haber una justicia climática con un presupuesto adicional en obras y políticas públicas, no es una mala idea.
Desde sus curules legislativas le han quedado a deber a sus representados, sin defender las causas y derechos de la desigualdad histórica en el entorno social y económico a las familias pobres y marginadas guerrerenses y del país.
Y ahora en el periodo meteorológico, la senadora morenista hace el llamado a un pacto social en protección a quienes han sido invisibilizados por décadas, en referencia a los afrodescendientes, campesinos e indígenas de la Costa Chica.
Aún cuando los gobiernos a través de protección civil actuaron a tiempo en la prevención, Beatriz Mojica a manera propia considera una justicia ante las consecuencias del cambio climático, en el caso de Erick en normalizar la tragedia.
No se descarta la necesidad de la gestión de riesgo justa y eficaz en el centro de la vida y el bienestar de las familias, no obstante que como legisladora debe predicar con el ejemplo con una propuesta viable desde el senado de la República
Recordó que fenómenos como Otis, John, Ingrid y Manuel dejaron experiencias y lecciones, de las que obligan no solo a los órdenes de gobierno, sino también como representantes populares asumir desde las cámaras legislativas.
Si bien es cierto que se debe fortalecer la infraestructura comunitaria, los sistemas de alerta temprana y los protocolos de atención, Beatriz Mojica tiene que contribuir en calidad de senadora en formular una propuesta en común.
Al igual no se descarta que las acciones de gobierno consideren de quienes viven en zonas rurales, con caminos y viviendas precarias, por lo que, los legisladores tienen una asignatura para consolidar la prevención en una justicia climática.