Roberto Santos // Dicen que “éramos muchos y parió la abuela”. Así podría describirse la situación de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA), un organismo ya hundido en una crisis profunda que se ha vuelto inmanejable durante el gobierno de Abelina López Rodríguez.
Desde hace años, la paramunicipal ha sido utilizada como botín político, donde se reparten cargos por favores y no por capacidad técnica.
Los resultados están a la vista: corrupción, ineficiencia y una población que sigue sin acceso regular al agua potable.
En medio de ese desastre, llega el embargo por 68 millones de pesos, derivado de un laudo laboral de 2001, y que amenaza con asfixiar definitivamente a la paramunicipal.
La alcaldesa calificó la medida como “un acto inmoral”, pero el problema no cayó del cielo: es consecuencia de dos décadas de omisiones, de administraciones que usaron a CAPAMA como caja chica y de una gestión actual que tampoco ha mostrado voluntad para corregir el rumbo.
Este golpe financiero pone en riesgo lo poco que queda operativo: nómina, mantenimiento de redes y obras urgentes.
Mientras tanto, las protestas ciudadanas por la falta de agua se multiplican en colonias como La Guinea, El Tepetate y otras zonas.
Tras los bloqueos y los reclamos se asoman pugnas internas por el control del organismo.
Fuentes cercanas señalan que operadores políticos ligados a la propia alcaldesa y a funcionarios como Alejandro Sotelo estarían moviendo los hilos para colocar a sus incondicionales, evidenciando que la lucha por el poder pesa más que el derecho de los acapulqueños a tener agua.
Hoy CAPAMA es el reflejo de un municipio donde los intereses personales se imponen sobre el bien común.
El organismo no solo está endeudado: está colapsado moral, técnica y financieramente.
Y aunque el embargo se use como pretexto “que cae como anillo al dedo” para justificar la falta de agua, la verdad es que el verdadero embargo es el de la corrupción, la incompetencia y la indiferencia política que han secado a Acapulco gota a gota.