Contexto Político || Guerrero: gobernantes y gobernabilidad

Por Efraín Flores Iglesias // Gobernar Guerrero no es una tarea sencilla, ya que es un estado bronco y convulsivo, y en el que muy pocos gobernadores han concluido los períodos para el que fueron electos.

Cada gobernante es responsable del tramo histórico que le corresponde, y eso engloba decisiones y declaraciones públicas.

Los cuatro últimos mandatarios que gobernaron seis años al pueblo de Guerrero fueron José Francisco Ruiz Massieu, René Juárez Cisneros, Carlos Zeferino Torreblanca Galindo y Héctor Antonio Astudillo Flores. Y no porque no hubieran enfrentando serios problemas, sino porque evitaron que crecieran.

Y para evitar que los conflictos revienten se requiere un buen equipo de colaboradores para el manejo de crisis y eficientes operadores políticos para atender de manera directa a los grupos radicales que cada seis años pretenden desestabilizar a los gobiernos en turno.

Un buen gobernante privilegia siempre el diálogo y la concertación política. Si hace todo lo contrario tendrá que esperar un escenario adverso antes de concluir su mandato.

Hoy por hoy, Guerrero es gobernado por Evelyn Salgado Pineda, la primera mujer en dirigir los destinos de esta entidad suriana porque así lo decidieron en 2021 los electores.

Al igual que sus predecesores en el cargo, Evelyn Salgado tiene un estilo propio para gobernar. 

La teoría política señala que hay tres cualidades que deben poseer los que han de desempeñar las supremas magistraturas: la primera es la “lealtad para la constitución establecida”; la segunda, “capacidad para las responsabilidades del cargo”, la tercera, “poseer virtud y justicia”. (“Ética para gobernar sin corrupción”, Oscar Diego Bautista, Instituto Nacional de Administración Pública, A.C., 2017).

La lealtad, de acuerdo al citado autor, se refiere a estar comprometido con el Estado al que se pertenece. La capacidad se refiere a poseer los elementos idóneos para el cargo y gobernar dando resolución a las demandas ciudadanas. El tercer elemento se refiere a la posesión de virtudes éticas para saber gobernar. De los tres requisitos para saber conducir un Estado tal vez la tercera es la más difícil de alcanzar, pues se requiere un profundo conocimiento, tiempo, voluntad y paciencia.

Antes de asumir la gubernatura, Evelyn Salgado recorrió las ocho regiones de la entidad y conoció de cerca los problemas de los guerrerenses. Escuchó y recibió diversas peticiones de los que se le acercaron en sus eventos de campaña.

Y sabía perfectamente que gobernar no sería un día de campo, mucho menos con los graves problemas sociales que se vienen arrastrando desde hace varias décadas: pobreza, marginación, violencia y analfabetismo.

Hace unos meses un fuerte huracán golpeó muy fuerte a Acapulco y otros municipios de la Costa Chica y Costa Grande. Y de manera responsable la titular del Poder Ejecutivo estatal atendió el problema. 

Bien lo decía un ex gobernador del viejo régimen: “En Guerrero si no nos llueve, nos tiembla’.

Pero también hay otro tipo de problemas a los que se enfrenta diariamente un gobernante: los golpeteos mediáticos de sus adversarios políticos que pretenden desestabilizar a su gobierno.

Aunque también hay mentes perversas en las organizaciones sociales que buscan generar ingobernabilidad en el estado.

Los moradores de la Normal de Ayotzinapa y sus aliados incrustados en otras organizaciones beligerantes buscan en cada sexenio poner de rodillas al gobierno o tumbar al que detenta el poder.  El ejemplo más claro lo vimos hace 10 años con Ángel Aguirre Rivero, quien tuvo que dejar la gubernatura por la puerta trasera.

La gobernadora Evelyn Salgado tiene que ser más cuidadosa de lo que hacen los integrantes de su gabinete, ya que la mayoría de ellos no le ayudan para dar mejores resultados a los guerrerenses. Por lo que no estaría mal que hiciera cambios en algunas Secretarías.

Porque si consiente a esos funcionarios grises, engreídos e ineptos, no llegará fortalecida a la mitad de su administración.

Cuidar la gobernabilidad debe ser la principal prioridad en este momento de la gobernadora Evelyn Salgado. 

El secretario de Seguridad Pública estatal, Rolando Solano Rivera, y la titular de la Fiscalía General del Estado, Sandra Luz Valdovinos Salmerón, por ejemplo, muy poco contribuyen a la gobernabilidad que requiere Guerrero.

Ojalá que el asesinato del normalista de Ayotzinapa, Yanqui Kothán Gómez Peralta pronto se esclarezca y no siga siendo motivo para que los moradores de dicho plantel educativo sigan cometiendo actos terroristas en Chilpancingo y otros puntos del estado.

ENTRE OTRAS COSAS… Las campañas de los candidatos a diputados federales en los 8 distritos de Guerrero dan hueva.

Los de Morena se la llevan de a muertito. Y los de la oposición, muy blandengues y sin propuestas.

Los únicos que figuran son algunos candidatos al Senado.

Le falta más sabor al caldo…

¿O ustedes qué opinan, amables lectores?

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