Mientras que la presidenta Claudia Sheinbaum estimó como histórica la elección del domingo, al asegurar casi 13 millones de votos en las urnas, otros calculan alrededor de 5 millones de sufragios en una jornada antidemocrática.
En reacciones encontradas se compartió lo muy grave para el país que el Poder Judicial de la Federación quede en una sola línea política, de lo que efectivamente fue desde el inicio del debate legislativo para aprobar la reforma judicial.
La jornada electoral fue calificada como histórica y bueno lo crucial es muestra de una elección sin incidentes ni precedentes con resultados de total fracaso aún con 5 o 13 millones de votos, según, en la opinión en coincidencia en la ciudadana.
No se trata de descalificar los errores que se dieron desde la apertura del proceso y la elección, pero, lo que no se puede dejar de señalar es el estima que el gobierno de México aseguraba con una votación superior a lo que se obtuvo.
Es decir, la decepción convertida en fracaso es producto no de la reforma, sino, de las formas a modo en una elección planchada y comprometida en cientos de recomendados para ocupar espacios de jueces y magistrados.
“Vine a votar por quienes me convencieron, no por quien me dijeron que votara. Eso me parece fundamental”, puntualizó, el ex Gobernador Héctor Astudillo Flores, al recordar que la reforma judicial generó resistencias y divisiones claras.
Ciudadanos opinaron que aún con las formas antidemocrática para elegir a los nuevos representantes del Poder Judicial, salieron a votar por una decisión consciente y razonable con los que reúnen perfiles con experiencia y trayectoria.
A manera que la elección no terminará con la votación de este domingo, toda vez que habrá un receso de varios días en un entorno complejo, tanto en lo jurídico como en lo político y mediático, en una calificación planchada a modo.