Miguel Ángel Santos // ¿Han notado que en política hay personas que cuando pierden el poder, también pierden la memoria? En Iguala está pasando algo así.
Desde hace algunos meses, el alcalde Erik Catalán Rendón ha sido blanco de ataques en redes sociales, muchos de ellos orquestados por quienes antes ocupaban espacios de poder y hoy, al no tener privilegios ni influencia, recurren a la crítica fácil, infundada, buscando desestabilizar su gobierno.
Nada del otro mundo, por cierto.
Lo curioso es que esos ataques no han detenido el trabajo. Al contrario, mientras algunos se desgastan opinando desde la comodidad de un teclado, el gobierno municipal sigue sumando logros. Y lo más importante: lo hace con resultados tangibles, no con discursos.
Hoy en Iguala hay obras en marcha, inversión privada que llega y, lo más importante, una sociedad que empieza a recuperar la confianza en su gobierno.
Por ejemplo, se entregó una obra largamente esperada por las familias de Coacoyula: la pavimentación con concreto hidráulico de la calle Cazadores.
Una obra que no solo mejora la movilidad, sino que cambia la vida de quienes viven o transitan por ahí.
Y eso no es todo. El propio alcalde lo anunció con orgullo: próximamente se abrirá una tienda Chedraui en Iguala, con una inversión de 99 millones de pesos.
¿Eso qué significa? Empleos, oportunidades para proveedores locales, derrama económica y, sobre todo, una señal de que las empresas confían en el rumbo que lleva la ciudad.
¿Y recuerdan que en mayo también llegó Liverpool Express? Pues no son casos aislados. Estas inversiones forman parte de un plan integral del gobierno municipal para atraer capital privado, diversificar la economía y generar empleos.
Y nada de eso sería posible si no hubiera paz, estabilidad y liderazgo.
Al cierre de su primer año, Erik Catalán Rendón llegará con cerca de 100 obras en Iguala y sus 15 comunidades. ¿Se imaginan? Cien obras en doce meses.
Mientras tanto, sus detractores solo suman publicaciones y ataques que la mayoría de la ciudadanía ya no compra.
Porque al final, la gente sabe distinguir entre quien construye y quien solo estorba.
Claro que no se trata de defender por defender. Se trata de observar y destacar objetivamente los hechos.
Hoy Iguala es una ciudad que empieza a caminar con paso firme. Y eso, sin duda, tiene mucho que ver con el trabajo serio y constante de su actual presidente municipal.