Roberto Santos // Aunque el alcalde de Iguala, Erick Catalán Rendón, ha sido objeto de guerra sucia en su contra, contrario a lo que esperaban, esos embates no han hecho más que fortalecerlo al responder con trabajo, resultados y un liderazgo que ya empieza a proyectarse más allá del ámbito municipal.
Tal como lo prometió en campaña, ha decidido gobernar con hechos.
Su administración no se ha detenido ante las críticas: al contrario, se ha convertido en un ejemplo de resiliencia política.
El alcalde suma logros, gestiona recursos, y construye puentes con instituciones estatales y federales para atraer desarrollo a Iguala.
Hoy, el municipio vive un momento de transformación. Hay obras en marcha en colonias y comunidades; hay inversión privada que llega; y, sobre todo, hay una ciudadanía que respalda a quien eligió en las urnas.
Catalán Rendón ha sabido gestionar proyectos estratégicos y abrir las puertas adecuadas, lo que se traduce en infraestructura, servicios y crecimiento económico para el municipio.
Además, entiende que una obra pública no es solo cemento y concreto: es movilidad, seguridad, bienestar y calidad de vida.
Al cierre de su primer año, el gobierno municipal llegará a las 100 obras en Iguala y sus 15 comunidades.
Cien obras en doce meses. Esa cifra por sí sola habla de un gobierno cercano a la gente.
Pero hay más, al poseer una visión de largo plazo, liderazgo firme y empático, capacidad de negociación, compromiso con la justicia social, el Partido Verde Ecologista tiene en Erick Catalán Rendón un perfil valioso, con proyección estatal.
Su trabajo en el municipio lo respalda y lo coloca como un referente emergente en la política de Guerrero.
Su partido tendría que mirar con seriedad su trayectoria y considerar su inclusión en los proyectos de mayor envergadura, incluida la contienda por la gubernatura en 2027.
Erick Catalán Rendón representa una nueva generación de políticos con convicciones firmes, capacidad de gestión y visión transformadora.
Si mantiene el rumbo, bien podría convertirse en una de las cartas fuertes del Partido Verde para competir por el futuro de Guerrero.