Roberto Santos // Tal como lo prometió durante su campaña, el presidente municipal de Iguala, Erik Catalán, ha demostrado un compromiso firme con el desarrollo equitativo del municipio, cumpliendo con hechos su palabra.
Una de sus principales propuestas fue que todas las comunidades —sin distinción— recibirían al menos una obra pública, de acuerdo con los recursos públicos disponibles.
Hoy, esa promesa se está cumpliendo.
El alcalde ha puesto un énfasis especial en reconocer que las comunidades rurales tienen el mismo valor que la cabecera municipal, promoviendo así un principio de igualdad real.
Su compromiso se refleja en el trato parejo a todos los habitantes del municipio, sin distinciones ni favoritismos políticos.
Catalán Rendón ha hecho de la pluralidad su mejor fortaleza, porque atender sin distingos fortalece el municipio e impulsa el desarrollo por igual, cosa que un verdadero líder debe hacer.
Un líder se distingue por la cercanía con la gente y con los resultados tangibles en distintas áreas del municipio.
Además, ha cumplido otros compromisos importantes como Internet gratuito en zonas donde antes no existía conectividad, mejoras en el alumbrado público, rehabilitación de caminos sacacosechas, para facilitar la actividad agrícola de la región.
Su administración no solo ha escuchado a las comunidades, sino que ha actuado con prontitud y eficacia, llevando obras que impactan directamente en la calidad de vida de los ciudadanos.
Enlistar las obras que se han realizado y las que están en proceso, rebasan este espacio, pero si se puede afirmar que no solo van a mejorar la infraestructura, sino que elevará la dignidad de las comunidades, fomentando la participación ciudadana y fortaleciendo el tejido social.
El mensaje que Erik Catalán manda es claro: en su gobierno no hay ciudadanos de primera ni de segunda. Todos cuentan, y todos reciben atención.
Su administración ha puesto el ejemplo de cómo se debe gobernar: con visión, compromiso y resultados.