Enfoque || La supuesta apertura del diálogo está ausente en el Gobierno de México

 

Carlos Díaz Figueroa

No es con violencia ni tampoco con represión la respuesta del gobierno en las marchas de protesta para exigir justicia ante los múltiples atropellos en la integridad de los mexicanos que no gozan de libertad y de los derechos que corresponde.

Una vez más la convocatoria abierta para demandar se convirtió en el escenario en la agresividad y la coacción quienes caminaron por las avenidas en la ciudad de México, quedando claro que el diálogo en respuesta está ausente.

El Gobierno de México además de ausentado está rebasado entre la soberbia para admitir que la nación pasa por un momento histórico de crisis política, colgados de lo que no ha logrado con el supuesto cambió de transformación.

Y como respuesta es la evidencia de la violencia y la represión este sábado en el centro histórico de la ciudad de México a manera que la supuesta apertura de diálogo queda solo en el contenido del discurso beligerante de la máxima autoridad.

“No hay libertad de expresión para exigir que el estado derecho tenga dirección de certeza” fue la opinión en coincidencia y encontrada después de que miles de ciudadanos que salieron a las calles a protestar por una justicia digna.

El pueblo continúa intimidado por la complicidad de las autoridades con el fenómeno superado de inseguridad que vive en los estados del país, sin que haya validez a la ley, de lo que por derecho a la protección le corresponde a los mexicanos.

“Ocultan la incertidumbre a falta de aceptación de lo que acontece en la nación”, insistieron quienes opinaron en reacción a la falta de capacidad de preservar la estabilidad social en un país en crisis y desvatado por el egoísmo del propio gobierno.

La marcha del hartazgo fue una movilización de manera pacífica, violentada por el poder quienes están en contra de una conversión con rumbo ante un país hundidio en la impunidad con la protección directa a la delincuencia y la violencia.

De tal manera, que entre miles de hombres y mujeres fue la convocatoria abierta y libre para que el gobierno federal reivindique la ruta de la tranquilidad y la paz social de la nación, separando la represión como argumento de protección.