Contexto Político || Guerrero: la lucha por el Senado… y el 2027


(Primera parte)

Por Efraín Flores Iglesias // El domingo 2 de junio de 2024 son las próximas elecciones en el país y se estima que más de 95 millones de mexicanos acudiremos —me incluyo— a las urnas para elegir al que será el presidente número 66 y el sucesor de Andrés Manuel López Obrador.

Además de presidente de la República, también se elegirán 128 senadores y 500 diputados federales, en tanto que se renovarán ocho gubernaturas y la jefatura de gobierno de la Ciudad de México: cinco de ellas gobernadas por Morena (Chiapas, Puebla, Tabasco, Veracruz y la capital del país), dos por el PAN (Guanajuato y Yucatán), una por Movimiento Ciudadano (Jalisco) y PES (Morelos), respectivamente.

En el caso del estado de Guerrero, además de elegir tres senadores (dos de mayoría relativa y uno de primera minoría) y ocho diputados federales, también se renovarán el Congreso local (46 diputados) y los 81 Ayuntamientos.

En la elección de 2018, Morena y sus aliados (PT y PES) arrasaron en Guerrero al ganar dos senadurías y ocho distritos federales. Y al quedar en segundo lugar, el PRI se quedó solamente con la senaduría de primera minoría.

El PRD, por su parte, no ganó ningún escaño en el Senado. Pero sí se alzó con el triunfo en el distrito federal 06 de Chilapa de Álvarez con el ex alcalde de Acatepec y ex diputado local, Raymundo García Gutiérrez.

Hablar del Senado, es hablar de una las dos cámaras que forman parte del Poder Legislativo mexicano y que ha sido utilizado como trampolín político para buscar gubernaturas.

A muchos les ha funcionado, y más en la era de la Cuarta Transformación. Pero vayamos por partes.

J. Félix Salgado Macedonio, Nestora Salgado García y Manuel Añorve Baños son los tres guerrerenses que lograron llegar a la Cámara Alta.

El efecto AMLO hizo posible que Nestora Salgado formara parte del Poder Legislativo federal, a pesar de no haber realizado campaña ni conocer las ocho regiones de la entidad.

Félix Salgado y Manuel Añorve son dos actores políticos ampliamente conocidos por el electorado guerrerense, ya sea por los cargos públicos que han ocupado o por sus polémicas declaraciones a la prensa.

Ambos personajes han sido alcaldes de Acapulco y diputados federales. Y, a pesar de militar en diferentes institutos políticos, son amigos y en ocasiones coinciden con algunas iniciativas de ley que se discuten y aprueban en el Senado, lo cual no es malo.

Y eso no es todo. Aspiran al mismo cargo en 2027: la gubernatura de la entidad.
Cada quien tiene su propio estilo de hacer política. De hecho, su aspiración de gobernar Guerrero no es de ahora.
Desde los años 90s han hecho hasta lo imposible para ocupar la titularidad del Poder Ejecutivo estatal.

Félix Salgado fue dos veces candidato del PRD a la gubernatura, pero perdió ante los priistas Rubén Figueroa Alcocer (1993) y René Juárez Cisneros (1999). En 2004 buscó por tercera ocasión la candidatura por el Sol Azteca, pero al ver que sus posibilidades eran nulas en la contienda interna, se sumó al proyecto de Zeferino Torreblanca Galindo, quien el 6 de febrero de 2005 derrotó por más de 138 mil votos de diferencia al priista Héctor Astudillo Flores.

En diciembre de 2020 fue designado por la dirigencia nacional de Morena como coordinador de los Comités de Defensa de la 4T en Guerrero, lo que en los hechos equivale ser candidato a la gubernatura. El resto de la historia ya todos lo sabemos.

El Instituto Nacional Electoral (INE) le retiró en 2021 la candidatura por no comprobar los gastos de precampaña y por asumirse antes de tiempo como candidato a la gubernatura.

AÑORVE:¿LA QUINTA ES LA VENCIDA?.- Manuel Añorve, autollamado “Chaparrito cabrón” buscó por primera vez la candidatura del PRI a la gubernatura en 1998, época en que el gobernador era su primo, el ometepequense Ángel Heladio Aguirre Rivero.

Era el gallo oficial de Casa Guerrero, pero no contaba con el respaldo del grupo político más fuerte de ese entonces: el figueroísmo, cuyo representante era —y sigue siendo— el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, quien respaldó con todo al ex alcalde de Acapulco y ex dirigente estatal del PRI, René Juárez Cisneros.

El tricolor decidió elegir a su candidato a través de una consulta a las bases. Y el figueroísmo logró derrotar al aguirrismo y a su propuesta.

Manuel Añorve apechugó la derrota, pero no se echó a la hamaca. Un año después logró una curul en la Cámara de Diputados y empezó a construir alianzas con personajes de la vida política nacional, especialmente con la tlaxcalteca Beatriz Paredes Rangel y el sonorense Manlio Fabio Beltrones Rivera.

En 2005 coordinó la campaña de su amigo Héctor Astudillo Flores, quien como lo señalo líneas arriba, perdió la elección de gobernador ante Zeferino Torreblanca Galindo, de la coalición “Guerrero será mejor” (PRD-PRS-Convergencia).

Cinco años después (agosto de 2010) y luego de haber gobernado Acapulco, el PRI lo nominó como su candidato para contender en la elección del 30 de enero de 2011. Pero le fallaron sus cálculos políticos, ya que nunca se imaginó que su primo y ex jefe, Ángel Heladio Aguirre Rivero, renunciaría al tricolor para convertirse en el abanderado de la alianza PRD, Convergencia y el PT.

La elección la ganó, desde luego, la izquierda electoral. Y Añorve tuvo que buscar cobijo en el Centro del país.

En 2015 peleó nuevamente la candidatura del PRI, pero al ver que las encuestas favorecían al dirigente estatal de ese instituto político, Cuauhtémoc Salgado Romero, optó en formar un frente con Héctor Astudillo Flores, Mario Moreno Arcos y Héctor Apreza Patrón para cerrarle el paso al gallo del figueroísmo y del grupo Atlacomulco. Y así fue.

La candidatura fue para Astudillo, y al ganar éste la elección del 7 de junio de 2015, Manuel Añorve saltó de alegría porque le tocaría una buena rebanada del pastel (poder).
Continuará…

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