Médula || Evelyn no está sola


Por Jesús Lépez Ochoa // El cambio de secretario de Seguridad Pública en Guerrero demuestra que el embate diario de los poderes fácticos lejos de debilitar a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda la ha fortalecido.

Ha sido evidente una intensa campaña de recrudecimiento de la violencia y su magnificación en noticieros nacionales que dedican inusitado, y nada barato, espacio, a la reedición de notas como los niños armados de Ayahualtempa.

Y se enfatizan además los hechos que ocurren en municipios morenistas como Acapulco y Taxco, pero nada se dice de la violencia que ocurre en municipios gobernados por el PRI como el de Zihuatanejo, donde se supo que también el transporte público está parando por amenazas del crimen organizado, y se tuvo que saber por el periódico El Sol de Chilpancingo.

Por cierto que el alcalde de Zihuatanejo Jorge Sánchez Allec al igual que el morenista Mario Figueroa Mundo andan de viaje por España mientras sus municipios enfrentan crisis de inseguridad.

También se critica en amplio espacio televisivo que la alcaldesa de Chilpancingo Norma Otilia Hernández Martínez haya festejado su cumpleaños; en redes sociales haya linchamiento hacia la de Acapulco Abelina López Rodríguez por organizar eventos para esparcimiento de los ciudadanos, pero nada se dice de que el presidente de Zihuatanejo también presentará al cómico Chuponcito.

Esta campaña se da cuando los ojos están puestos en Guerrero porque en Acapulco se lleva a cabo el proceso de reconstrucción más grande de la historia en el cual también el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador está entregando a la población damnificada de Acapulco apoyos económicos y en especie que no tienen ninguna comparación con las cobijas y colchonetas que se daban antes.

Pero también cuando la atención a la emergencia por el huracán Otis abrió la puerta a una mayor presencia de las fuerzas federales en el estado, y ha cambiado el enfoque de las operaciones contra el crimen hacia una estrategia regionalizada con la participación de los estados vecinos.

Todo esto en año electoral, no porque se quisiera así, sino porque los huracanes tienen temporada pero sus daños son impredecibles y los de Otis fueron tan grandes que están modificando muchas cosas, y la inseguridad pública en que desde hace más de 20 años ha estado sumergido Acapulco, es una de ellas, el presidente lo dijo en su conferencia mañanera que para que este puerto vuelva a activarse en el mercado turístico luego de ser reconstruido, es necesario que sea un destino seguro.

Por eso ante los coletazos de las organizaciones criminales y la magnificación mediática con fines que, por la parcialidad de algunos medios, parecen más electoreros que informativos, el cambio de secretario de Seguridad fue un acto en el que el presidente Obrador nuevamente arropó a la gobernadora Evelyn Salgado con todo el apoyo de su gobierno.

Esto porque se puso al frente de la seguridad en Guerrero a un general, Rolando Solano Rivera, quien tiene el más alto rango en la carrera militar, y es además guerrerense, oriundo de Tlapa.

Pero además, vinieron en persona el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, y la secretaria de Seguridad Pública del Gabinete Federal, Rosa Icela Rodríguez, en un acto público.

Dice el libro de Eclesiastés (4:10) que “¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante”. Pero Evelyn Salgado no está sola, y está de pie.
¿Otra muestra? Se habla de que también habrá cambios en la Fiscalía donde Sandra Luz Valdovinos, quien trató de hacer del organismo su propio minigobierno, ya habría presentado su renuncia y en breve la haría llegar al Congreso de Guerrero donde iniciaría el proceso para su relevo. Esperemos que por alguien que sepa empujar la carreta en equipo, y no por su lado.