Infiltrados || El Herrador

Imagen ilustrativa de un Peirón 
Del dominio público tomada de Internet.Alfredo Hernández Fuentes // Los datos históricos que hasta el momento se disponen localmente sobre la actual carretera federal 95 México-Acapulco siguen siendo escasos; por esa razón se convierte en necesario consultar archivos dispersos en la república para llegar a completar el registro de un factor que figura como decisivo para la conexión y el desarrollo de los pueblos de México que, en el caso de Acapulco, no es la excepción.

Durante la etapa prehispánica se conoció esa vía irregular y modificable como “El Camino del Venado”, ya que los meshicas fueron los primeros que la utilizaban desde el principio del siglo XVI y una vez que derrotaron a los Yopes, para llevar pescado fresco desde Acapulco a los Tlatoanis en la Gran Tenochtitlán a través de atléticos corredores que lograban el periplo mediante relevos coordinados. 

Una vez reconocida durante la etapa colonial la importancia de su estratégico posicionamiento geográfico, la mejor cercanía hacia la Ciudad de México para los viajes de exploración transpacífica, y más adelante el provecho portuario del comercio con la colonia Filipina y las naciones asiáticas, se esmeraron en mejorar las condiciones de esta vía a la que llamaron “La Ruta de Filipinas” y también “El Camino del Asia”.

Este comercio se inició hasta 1571 ya que el Tornaviaje de la expedición de Magallanes tuvo fines de exploración y conquista en nombre de la Corona Española para ingresar a costas de América en 1565.

No tardaron en aparecer los salteadores de caminos que desvalijaban a los viajeros solitarios; por tal razón, los traslados de personas y de mercancías se hacían de preferencia en caravanas por la citada ruta que iniciaba en Acapulco para concluir en la Ciudad de México para de allí enviar parcialmente las valiosas mercancías a España por Veracruz. El término emblemático de la Ruta de la Seda fue adoptado por los europeos, siendo una creación del geógrafo polaco Ferdinand Freiherr Von Richthofen, quien lo incluyó en su obra “Viejas y nuevas aproximaciones a la Ruta de la Seda” hacia 1877.

Ya en el México independiente, Benito Pablo Juárez García, presidente de la república creó un grupo militar de élite para castigar a los salteadores de caminos a los que se conoció como Los Verdes. Este fue un grupo efectivo que colgaba a los delincuentes de los árboles en sus propias comunidades de origen como ejemplo de persuasión, mismo que subsistió hasta la culminación de la Revolución Mexicana.

Debido a los recurrentes asaltos se edificaban pequeños altares coronados por una religiosa cruz en las goteras de los pueblos para que los viajeros pudieran orar y pedir al Creador que tuvieran un buen viaje; a su regreso, también se arrodillaban en el sitio para agradecer que hubieran llegado sanos y salvos. Esos pequeños altares se denominaban Peirón o Humilladero.

En cuanto corresponde a Acapulco, la tradición oral cuenta que existió un Peirón al final de la actual calle José Valdés Arévalo (nominada en el pasado como Avenida México) un poco antes de llegar al cruce con el Río Grande o de Aguas Blancas, ya que allí terminaba la ciudad;  se pasaba por un puente para iniciar la travesía por la carretera de terracería México-Acapulco. No existía entonces la avenida Cuauhtémoc.

Otro aspecto interesante que por necesidad se replica modernamente en los viajes carreteros, trata de que los automovilistas para verificar el estado de sus unidades hacen una parada estratégica en las gasolineras, y principalmente cargan combustible, pueden checar el aceite del motor y la presión de la llantas.

En el pasado, y ya que no existían vehículos motorizados, antes de iniciar los viajes llevaban a sus fieles animales de carga a revisar el estado de las herraduras, tanto al inicio como en el retorno. Tratándose de Acapulco, uno de los sitios acreditados se encontraba al píe del punto en donde se construyó el Palacio Municipal del Parque Papagayo, que por tal condición llevó el nombre de Cerro del Herrador.

Cuando se construyó dicho edificio de gobierno, y como habitualmente sucede en nuestro medio, quienes no conocían la nomenclatura de la ciudad, le llamaron el Cerro del Mogote, y así se encuentra expresado en la dirección oficial. El Cerro del Mogote tiene inicio en donde actualmente se encuentra la empresa Home Depot. Ojalá corrijan este error que perjudica nuestra historia. Es cuanto.

Correo: poracapulco@hotmail.com