
El único interés de la ratificación que busca Cecilia Narciso Gaytán es el oportunismo, por debajo y encima de la ambición millonaria en la estimación presupuestal que se ejerce en la Comisión Estatal de los Derechos humanos en Guerrero
La actual presidenta del órgano autonomo es un perfil que se entrega a los gobiernos en turno, como es a nivel nacional Rosario Robles de Piedra, ambas incadas ante el poder, y no hay otra cosa que codiciar los más de 300 millones pesos.
Hay quienes señalan a Cecilia Narciso que en cuatro años no ha actuado al servicio y en congruencia en defensa de los derechos humanos de los guerrerenses, dejando el interés particular por la avaricia personal en ese oneroso puesto.
La presidenta del organismo ostenta el cargo en calidad de presidenta, sin oficio institucional, defendiendo en simulación y poniéndose de alfombra a todo aquello que no esta en legalidad en las variantes quejas del ciudadano.
A manera que ante los excesos de abuso de autoridad en extremo para la población es de desinterés, por lo que es al congreso local dar validez y formalidad porque es el poder legislativo quien tiene la responsabilidad en tal designación.
Según, trascendió que Cecilia Narciso Gaytán presume después de su registro que solo era de puro trámite, que ya tenía el visto bueno de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, invitándola otros cuatro años de continuidad.
Lo anterior sin certeza en la especulación propia de la presidenta de los derechos humanos de Guerrero quien más que buscar la ratificación considera en un acto preferencial los 300 millones de presupuesto en juego en el organismo
Cabe recordar,que para llegar, Cecilia Narciso fue recomendada por el exdiputado Sánchez Esquivel, entonces, méritos no hay, pero insiste en disfrutar otros millones anuales para fines familiares y personales ostentando desde ese cargo.