(Tercera parte)
Por Efraín Flores Iglesias // A diferencia del 2000, 2006, 2012 y 2018, la caballada en el PRD está flaca para disputar en 2024 el mayor número posible de escaños en el Senado de la República. Es más, se juega su pellejo (registro electoral), ya que del 2018 a la fecha ha perdido fuerza en el 80 por ciento del territorio nacional.
Sus actuales dirigentes ya no saben qué hacer.
Morena les arrebató la bandera de izquierda y las gubernaturas que tenían en 2021. La Ciudad de México y Michoacán fueron los últimos estados que gobernaron.
Su alianza electoral con el PRI y el PAN, en lugar de ayudarles, les perjudica para recuperar la confianza del electorado.
Sólo en estados como Guerrero tienen la posibilidad de seguir ganando distritos locales y presidencias municipales. Pero, en lo que respecta a los ocho distritos federales y las dos curules de mayoría relativa del Senado, sus probabilidades de ganar son prácticamente nulas.
Para empezar, no cuentan con un gallo fuerte para la Presidencia de la República.
Su única opción es seguir haciendo el papel de satélite al PRI y al PAN y recibir las migajas que les avienten por su lealtad a la alianza “Va por México”.
En 2018 obtuvo ocho curules en la Cámara Alta y se constituyó como una de las fracciones parlamentarias, pero en poco tiempo cinco de sus integrantes se sumaron a otras fuerzas políticas. Juan Manuel Zepeda Hernández (Estado de México), por ejemplo, brincó a la bancada de Movimiento Ciudadano (MC).
Miguel Ángel Mancera Espinosa (Ciudad de México), Antonio García Conejo (Michoacán) y Juan Manuel Fócil Pérez (Tabasco) son los únicos senadores que siguen leales al perredismo.
¿EVODIO, LA ESPERANZA DEL PRD EN GUERRERO?.- Los candidatos guerrerenses de la alianza PRD-PAN-MC para el Senado de 2018, fueron la entonces perredista Beatriz Mojica Morga y el entonces emecista Mario Ramos Del Carmen. Y perdieron ante los morenistas Félix Salgado Macedonio, Nestora Salgado García y el priista Manuel Añorve Baños.
Para la elección del próximo año es casi un hecho que el Sol Azteca irá en alianza con el PRI y con el PAN. Por lo tanto, postulará a uno de sus militantes para ocupar una curul en la Cámara Alta.
Y el perredista que más se ha estado moviendo en este momento en Guerrero, es el ex alcalde de Acapulco y ex aspirante a la gubernatura en 2021, Jesús Evodio Velázquez Aguirre.
El pasado jueves y arropado por los ex gobernadores Ángel Heladio Aguirre Rivero (Guerrero) y Silvano Aureoles Conejo (Michoacán); el senador y ex candidato del PRI a la gubernatura, Manuel Añorve Baños; el ex diputado local y actual dirigente estatal del PRD, Alberto Catalán Bastida; la secretaria general del Comité Directivo Estatal del PRI, María del Pilar Vadillo Ruiz, y por algunos alcaldes y legisladores, festejó su cumpleaños número 45 en un salón de fiestas de Chilpancingo.
El mensaje fue claro: va a competir por el Senado y no “permitirá” que el PRI se agandalle con las candidaturas en Guerrero.
Si en 2021 el PRI puso el candidato a la gubernatura, los perredistas confían en que los dueños del tricolor en la entidad no pondrán trabas para que el Sol Azteca encabece la fórmula para el Senado en 2024.
Ambos partidos se necesitan para sobrevivir políticamente en Guerrero, porque, de lo contrario, serán borrados del mapa electoral por Morena y sus aliados.
Además, a las cabezas del PRI y del PRD no les importa lo que digan sus bases. El pragmatismo pesa más que la ideología.
La etapa en que los gobiernos del tricolor reprimieron y desaparecieron a militantes del PRD ha quedado en el pasado.
Hoy por hoy, hasta sonríen para la foto desde los templetes y presídiums. Nada de rencores ni reclamos.
Los verdugos de ayer, son los mejores aliados del treintañero PRD. Todo sea para seguir en la lucha electoral y disfrutar de las prerrogativas y otros beneficios que otorga el sistema político mexicano.
Evodio Velázquez ya fue diputado federal (2006-2008), diputado local (2008-2012), secretario general del Comité Ejecutivo Estatal del PRD y presidente municipal de Acapulco (2015-2018).
Su carrera política ha estado ligada a “Los Chuchos” (Jesús Ortega Martínez y Jesús Zambrano Grijalva) y a Sebastián de la Rosa Peláez.
Desde muy joven ha luchado para abrirse paso en la política y se ha enfrentado a dos gobernadores: Ángel Aguirre y Héctor Astudillo.
Es cierto, los desencuentros en política no son para siempre. Tarde o temprano, los actores políticos se reúnen par dialogar y llegar a acuerdos.
Antes del 26 de septiembre de 2014, Ángel Aguirre hizo todo lo posible para impedir que Evodio Velázquez fuera nominado como candidato del PRD a la Alcaldía de Acapulco. Y, ¡oh sorpresa! Ocurre la tragedia de Iguala, y el entonces gobernador Aguirre se ve obligado a solicitar licencia al cargo.
A Evodio no le afectaron los hechos de Iguala, como sí ocurrió con Beatriz Mojica Morga, quien en 2015 buscó sin éxito la gubernatura de la entidad.
En 2021 no le fue bien a Evodio Velázquez. La candidatura a gobernador de la alianza PRI-PRD fue encabezada por el priista y neo astudillista Mario Moreno Arcos, quien al final fue derrotado por la morenista Evelyn Salgado Pineda.
El escenario político ha cambiado. Y el ex alcalde porteño construye alianzas (hasta con sus otrora adversarios) rumbo al 2024. El fin justifica los medios.
No será una elección fácil en 2024 para el PRD y sus aliados, pero Morena tampoco anda muy bien que digamos como en 2018 y 2021, ya que el ejercicio del poder desgasta.